Porque radicalmente depende (libremente) de la
Libertad libre.
La Libertad libre es el amor de dilección que Dios
otorga al hombre, el quererle sin condiciones.
La dignidad de la persona humana radica en esa
imposibilidad de decaer.
El ser del universo es lo que es, Dios le ha impuesto
sus condiciones y en ellas persiste.
El co-ser humano, sin embargo, se ejerce respecto del
Ser sin restricción, en cuya máxima amplitud es incluido, de ahí que no pueda
decaer, porque la máxima amplitud no es un espacio limitado, sino fuego.
Decaería si la amplitud de su océano no fuera libre,
si fuera un ente monstrenco (el "en sí" sartreano) o si fuera una
idea absoluta en la que "todo" está ya pensado (Hegel es el gran
alimentador del pesimismo de la libertad).
Pero si la Libertad nos ama libres, siempre seremos
"además".
De ahí que la experiencia de la libertad trascendental
sea una prueba de la existencia de Dios.
Para que el hombre sea libre, Dios tiene que existir.
De
esto habla Polo en el último capítulo de "Quién es el hombre" p.
222.4
Para
saber más sobre la libertad
Etiqueta
1.1.2 libertad
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1.1.2 naturaleza y libertad
Etiqueta
5.5.4 libertad personal o trascendental
Etiqueta
5.5.4 libertad nativa
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5.5.4 libertad de destinación.
Etiqueta
6.1.5 libertad esencial o de
disposición
Etiqueta
6.8.0 metalógica de la libertad
Etiqueta
2.15.0 demostración de Dios
.
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