¿Por qué dice Polo que en los pueblos primitivos hay una religiosidad muy pura?

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En los pueblos primitivos se puede encontrar una religiosidad muy pura porque aún no se ha deformado el sentido primitivo de Dios.

La naturaleza humana en estado puro dota a la persona humana de la capacidad de saberse hijo de Dios en esta vida y también de conocer el error peculiar de la libertad que es el pecado.

Y gracias a la apertura trascendental, intrínseca a esa libertad, late la esperanza de redención.

En las preculturas se encuentran signos que transparentan este conocimiento primero y su religiosidad no se ha deformado todavía.

El fenómeno religioso se despliega con un ritual de creencias, de comportamientos sin hacer aún teorías sobre Dios.

Las creencias básicas captan a Dios como padre y Dios como protector, que se marchó a causa de un acontecimiento inmemorial. Ocurrió algo que supuso la pérdida de la amistad del hombre con Dios.

La religiosidad primitiva es sencilla y se centra en nociones no teológicas. Comporta una visión de Dios adecuada, aunque no es filosófica ni está desarrollada.

Los ritos mágicos no versan sobre Dios. Partiendo de la conciencia de la dignidad humana, aparece la magia, como expresión del poder humano, que se va complicando y degenerando frente a las fuerzas mundanas.

Las preculturas son formas de vida detenida, los demás pueblos evolucionan y se van oscureciendo las creencias básicas.


De esto habla Polo en el último capítulo de "Quién es el hombre" p. 226.3 - 230

Para saber más:
sobre la revelación primera : etiqueta 9.0.1

sobre la religiosidad: etiqueta 9.2.2
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¿Antecede Dios a la creación?

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Dios antecede ciertamente a la creación.

Francisco Molina, el 18 de marzo de 2013, en su blog sobre la sindéresis (pueden ustedes encontrar el enlace a la izquierda en la serie de mis blogs amigos), hace una reflexión muy interesante sobre los ateos y los científicos.

Suelen algunos científicos ateos situar la inteligencia como un paso más de la evolución de la materia.

Sin embargo, coherentemente, la inteligencia está en el inicio del movimiento en el que consiste el universo.
El universo es creado por Alguien que "sabe" lo que hace, con orden y sentido.
De ahí que en un momento dado de la evolución, aparezca la inteligencia "creada".

Carl Sagan escribió:

“Es corriente en muchas culturas responder que Dios creó el universo de la nada. Pero esto no hace más que aplazar la cuestión... la pregunta siguiente que debemos formular es evidentemente de dónde viene Dios. Y si decidimos que esta respuesta no tiene contestación, ¿por qué no nos ahorramos un paso y decidimos que el origen del universo tampoco tiene respuesta?

O si decidimos que Dios siempre ha existido, ¿por qué no nos ahorramos un paso y concluimos diciendo que el universo ha existido siempre?”

El universo ha podido existir desde siempre (Tomás de Aquino) pues Dios lo ha podido crear desde siempre. (Tomás de Aquino dice también que sabemos por fe revelada que el mundo comenzó con el tiempo)
Ése no es el problema.

La cuestión es que para que pueda existir desde siempre se necesita una Voluntad inteligente que le dé el ser.

Todo el mundo ve que hay un "salto" de la materia a la inteligencia.
¿Cómo es posible que la materia empiece a tener conciencia de sí misma y empiece a pensar?

Afirmar que Dios no existe no es una afirmación científica porque es indemostrable.
Postular su existencia o su inexistencia es indemostrable si nos atenemos a los métodos de una investigación científica.
Afirmarlo o negarlo "científicamente" es una aserción azarosa o caprichosa. Si se afirma en serio estamos ante un simple crédulo.

Cosa distinta es cuando un filósofo demuestra o muestra (como Polo) la existencia de Dios alcanzada no "científicamente" sino "pensando" o "inteligiendo".

Aristóteles buscó (y encontró) el Acto anterior que inicia todo movimiento, el puro Acto inicial. Acto que debía ser intelectual, un continuo entenderse a sí mismo. La materia no es acto puro, su actividad exige acto y potencia. A Dios no se le descubre en una disección de la materia o en un viaje por el cosmos.

Para Sagan es lo mismo afirmar que el universo existe desde siempre o que se diga que Dios, su autor, está ahí desde siempre.
Él se ahorra el paso creador y afirma que el universo existe porque sí. Le parece que es igual e incluso que esta última respuesta ahorra palabras. Pero no da igual, porque entonces nada tiene sentido. Seremos muy científicos pero al evitar la filosofía no llegamos al final de la investigación racional. 

Incluso si el universo existiera desde siempre, al inicio, debe haber una Inteligencia creadora.

Los científicos pueden describir, según sus cálculos, cómo es el universo, si su inicio fue así o si no se sabe cuál es, y si su evolución ha sido de esta manera o de la otra.
En este caso, pueden decirnos si el universo puede ser representado por una línea indefinida, o por una circunferencia en la que el proceso se repite, o por una línea que  comienza y no tiene fin, o que sí lo tiene.
En fin, pueden diseñarlo como mejor vean.

Pero está claro que una cosa es entender su diseño y otra descubrir a su diseñador, saber del dibujo y/o saber del dibujante. La primera parte pertenece a la investigación científica, pero la segunda no. A la ciencia se le escapa. 



De esto habla  Francisco Molina, el 18 de marzo de 2013 en su blog sobre la sindéresis (pueden ustedes encontrar el enlace a la izquierda en la serie de mis blogs amigos).
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¿Qué significa persona "creada"?

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Intentemos comprender la siguiente frase de Polo en Studia poliana, 1 (1999) p. 23 : "la persona creada significa que su intimidad no es ninguna "otra" persona.
 
Intimidad quiere decir apertura íntima de la persona (ver etiqueta 5.11).
 
Pues bien, yendo hacia adentro, la persona busca "otra" persona que le desvele su identidad.
 
Esa "otra" persona no existe en su interior, porque la persona humana es "creada".
 
Si Dios dejara de pensarla, la creatura desaparecería.
 
Me dirán ustedes que también el ser del universo desaparecería si Dios dejara de pensarlo. Es cierto. Pero en el caso de la persona la dependencia del Creador es mucho mayor, porque como la persona es novedad permanente, es decir, libertad, nunca se puede decir que está acabada.
 
La esencia del universo se cumple sencillamente, una vez establecida por Dios, la unidad de orden que es la tetracausalidad.
 
Pero la persona humana siempre crece. En mi interior no tengo la clave de mi ser. No basta que me decida, como Heidegger, a ser auténtico, pues ignoro mi autenticidad, a no ser que me abra a la transcendencia.
 
Las personas divinas existen las unas en las otras, sin confusión, en unidad eterna. La persona humana es ciertamente creada porque no tiene el "otro" del que vive en su interior. Si vive es porque el "Otro" le da la vida. Es el Otro el que me hará ser, si quiero.

 

Glosa a Juan A. García González : Existencia personal y libertad. Anuario filosófico nº 95. 2009, p. 351, nota 53.


¿Es respectiva la coexistencia?

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Sí.
 
La coexistencia, como los otros trascendentales o rasgos íntimos de la persona, se caracteriza por ser "además".
Sin embargo, no es además-de.
No debemos decir Dios y  la criatura.
 
La persona humana es además en Dios.
Es creada para poder crecer irrestrictamente, si quiere, en Dios.
 
El universo es creado sencillo, su crecimiento en Dios no es irrestricto, y no es libre, se despliega según la tetracausalidad.
 
La coexistencia personal designa la inagotabilidad de la persona, en tanto que creada "libre", capaz de aceptar, de dar, respecto a su Origen.
Es una existencia referida a Dios.
Esa referencia es precisamente su Réplica.
Es co-ser.
 
 
Para saber más:
Sobre  el rasgo de la dualidad:………Etiqueta 5.4.1
Sobre la coexistencia:………..……….Etiqueta 5.5.1
Sobre el carácter de además:………...Etiqueta 5.4.0
Sobre la relación:……………………….Etiqueta 1.5.2


¿Cómo caracterizar el co-ser personal?

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La co-existencia personal, también llamada co-ser, es inagotable búsqueda dialógica.
 
- Es búsqueda de réplica en el Origen.
Cuando apuntamos al "ser" de la persona humana, no cabe hablar de "identidad" (sólo Dios es Idéntico), sino de dependencia libre hacia el futuro. Siempre buscaremos;
 
-es dialógica. Hablamos calladamente con Dios, por dentro y, desde ese co-ser, nos abrimos, comunicamos y relacionamos con los demás, estableciendo una red de comunicación;
 
-es inagotable. Somos "además" que no está atado a la necesidad.
Esta libertad radical se expande hacia afuera y hacia adentro. Sube y baja según la metalógica de la libertad.
 
 
De esto hablan  Alfredo Rodríguez Sedano y Juan Carlos Aguilera en su artículo " La intersubjetividad a la luz de la apertura íntima personal", aparecido en Studia Poliana, 13, (2011), p. 41.
 
Para saber más sobre:
el carácter de "además"……………..……..etiqueta 5.4.0
el ser de la persona humana…………..…etiqueta 5.0.0
el dar trascendental………………….……….etiqueta 1.0.2
la búsqueda…………………………………..…..etiqueta 6.9.4
la réplica………………………………………….…etiqueta 5.4.2
la identidad……………………………..…………etiqueta 1.4.3
el co-ser dialógico………………………………etiqueta 5.5.1
el crecimiento……………………………….……etiqueta 8.2.0


¿Es el co-ser sabiduría?

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El co-ser exige la sabiduría, pues la sabiduría es, de entrada, saber de sí.
El hábito de sabiduría es el sentido metódico del carácter de además, cuyo valor temático son todos los trascendentales personales
 
Acompaña. Pero no es otra persona.
 
En Dios, la Sabiduría sí es otra Persona, el Hijo de Dios, que acompaña eternamente a su Padre.
 
Sin embargo, el saber de sí que hace de la persona humana un coexistente, solamente abre el ámbito de su intimidad: gracias al hábito innato de sabiduría el coexistente personal dispone de apertura interior, se abre por dentro.
Es una apertura precaria, que se abrirá hacia adentro, buscando su réplica.
 
Ideas sacadas del “compendio” de Antropología “el hombre como persona” de Juan A. García González.

 


¿A qué llamamos "vida recibida de nuestros padres"?

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La vida recibida de nuestros padres es la naturaleza humana: el cuerpo humano y las potencias espirituales.
 
Antes que nada conviene señalar dos distinciones: la distinción entre viviente y vida y la distinción entre vida recibida de los padres y vida añadida por cada persona.
 
Veamos la primera distinción:
El viviente humano es el acto de ser personal, que Dios crea directamente, libre, inteligente y amoroso.
 
La vida humana, esencial, es la manifestación del viviente,  la esencia de cada hombre.
Esta vida depende del viviente, es manifestación del viviente, pero no es el viviente, pues el acto de ser no se agota en el vivir (es siempre además).
 …………………..
Y ahora la segunda distinción:
La vida humana es dual: la dualidad constituida entre la vida recibida y la vida añadida.
 
La "vida añadida" es el miembro superior de la dualidad (se le puede también llamar vida espiritual, alma humana o yo humano).
Esta vida añadida es lo que aporta la persona, cada nuevo acto de ser personal. Lo que era una sencilla naturaleza física (una sencilla primera célula) se convierte en una naturaleza “humana”, manifestación de una persona humana.
La persona se inspirará en la materialidad del universo físico e irá esencializándolo, haciéndolo su mundo, en la medida en que crezca esa vida.
 
 
La vida recibida de los padres comienza cuando una naturaleza física  (la primera célula) es apta para ser "esencializada" por la persona naciente.
En ese instante, Dios crea una nueva persona, que se expresa, sin darse cuenta, en esa naturaleza.
La primera célula viva deviene "humana"cuando es concebida, cuando es apta para ser "animada" (43 cromosomas), en el instante de la concepción, y no antes. Es ése el momento de la creación por Dios de una nueva persona y de su manifestación esencial: su vida "humana" (tanto recibida como añadida).
  
Por lo tanto tengamos claro que no hay vida añadida sin vida recibida. Y no hay vida recibida sin vida añadida.
 
La "vida recibida" de nuestros padres es el miembro inferior de la dualidad que es la vida esencial humana, concretamente, las condiciones iniciales de cada persona.
 
Y la naturaleza humana (cuerpo y potencias espirituales) es precisamente el carácter inicial de la dualidad de la vida humana.
 
¿Es intracósmica la vida recibida de nuestros padres?
 
La vida recibida de nuestros padres es solo hasta cierto punto intracósmica, porque en tanto que vida de una persona es extracósmica, libre.
Y lo es desde el momento de la concepción, cuando la persona es creada, cambiando instantáneamente la naturaleza de la primera célula, que será, desde entonces, manifestación de la nueva persona.
 
Insisto en el hecho de que nuestros padres no nos dan una vida sencillamente biológica. Nos dan una naturaleza humana, manifestación inicial (cuerpo y potencias espirituales pasivas) al procrear. El que crea es Dios.
 
Nuestros padres nos colocan en el mundo. La vida recibida de nuestros padres nos inserta en el despliegue del universo.
 
Noten que el hecho de proceder de dos personas humanas apunta ya a lo metacósmico. Los padres no se limitan a arrojarnos al mundo. Cada hijo, en la medida en que la procreación es humana, es fruto de un plan amoroso.
 
Cada niña y cada niño se inspiran para crecer no solamente en sus genes, o en su entorno físico, sino sobre todo en su hogar.
 
 
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 Complemento y glosa a Genara Castillo en su "Planteamiento poliano de la constitución y desarrollo de la vida humana" (Studia poliana n. 11):
 
La vida intracósmica se explica filosóficamente como una interrelación de causa formal, causa eficiente y causa final.
 
En cuanto forma o causa formal es una información.
 
En cuanto causa eficiente, es movimiento que retroalimenta la forma, actualizando nuevas formas, ya contenidas en la forma, pues aparecen según un orden o causa final.
 
Todo eso va incluido en la vida recibida de nuestros padres.
 
El principio próximo de esta vida intracósmica es la forma (alma) que se puede comparar a una torre de control, pues contiene un código genético que regula, sincroniza y dirige los procesos vitales, permitiéndole crecer.
 
Y lo más interesante es que esa torre de control, esa alma, esa forma, se hiperformaliza aprovechando los cambios.
 
Por eso podemos hablar de un "discontinuo", o una epigénesis,  porque los cambios temporales ponen en marcha nuevos procesos contenidos sólo como posibilidades en el programa genético.
 
La vida recibida de nuestros padres es ciertamente física, intracósmica, como la vida que reciben los animales, pero también es extracósmica en tanto que naturaleza “humana”.
 
Lo peculiar de la especie humana es que esa vida biológica es apta para manifestar la vida añadida por cada persona.
 
Nunca existe una vida biológica humana estrictamente intracósmica.
Si es humana, pertenece a una persona. Aunque el aborto la deje inédita (por un tiempo).

 

 Para una información más completa sobre lo que es la vida : ir a la página “la vida”, he aquí el enlace :  http://preguntaspolianas.blogspot.com/p/la-vida.html


¿Es intracósmica la esencia humana?

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No.
La esencia de la persona humana no se confunde con el universo físico.

Hay dos modos de ser creados, dos actos distintos de ser: el acto de ser humano, que es libertad, que es ser persona humana y el acto de ser tomado como primer principio, que es ser sencillamente, sin libertad.

Y correlativamente a esos dos modos de ser, se distinguen dos esencias: la esencia humana y el universo físico como esencia.

El universo como esencia es distinto de la esencia humana. El universo como esencia no es libre. Depende físicamente del primer principio, del ser sencillo que Dios ha querido que sea y que se despliega según el orden que Dios le ha dado.

Ese orden, la unidad de orden, el "análisis" del ser sencillo según las cuatro causas, es lo que llamamos universo como esencia.

El hombre, sin embargo, viviendo en el cosmos, siendo también hasta cierto punto una sustancia cósmica, ya que su manifestación está condicionada por su inserción en el universo físico, no depende del primer principio, pues siendo radicalmente libertad,  tiene en sí mismo la capacidad de autoperfeccionarse, libremente, dando sentido amoroso, si quiere, a su existencia. Por eso decimos que el hombre es estrictamente extracósmico.

Nuestra esencia no deriva del universo.
Ni del mono, ni del renacuajo.

O diciéndolo de otra manera, la esencia humana es dual: recibimos de nuestros padres las condiciones iniciales, cósmicas, de nuestra vida extracósmica, recibida directamente de Dios. Somos ser personal libre que se añade novedosamente, haciendo pie en el cosmos, manifestando libremente su querer.

¡Qué dignidad, amigo mío!









La esencia de la persona humana. Notas sacadas de la conferencia dictada el 25-XI-1994 en el salón de grados Mª Zambrano de la facultad de filosofía y letras de la Universidad de Málaga. (Miscelánea poliana nº 4, p.35.2 y 40.2). Citamos las páginas según la recopilación titulada "Antropología y trascendencia" publicada por I. Falgueras y Juan A. García.

¿Es necesaria la subsistencia de la persona humana?

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La subsistencia de la persona humana es relativamente necesaria.
Una vez creada, es necesaria.
Dios no se arrepiente.
 
La subsistencia expresa el valer ante Dios.
Hacia adentro (o hacia arriba) la persona humana coexiste en Dios.
Esta dependencia de Dios hace que la subsistencia continúe hacia Dios, hasta conocerse como hijo, para jugar como hijo con su Padre.
 
La subsistencia se continúa también hacia afuera, con sus acciones, que modelan su mundo y le sirven para aprender a amar, al amar a los demás. Al saber amar mejor, jugará mejor con su Padre.
 
El ser personal no se agota en su producir, sino que subsiste hacia su Réplica de Dios. Es la apertura hacia adentro, que es referida exclusivamente a Dios.
 
 
Juan A. García Gz lo explica así en https://www.youtube.com/watch?v=z3JX3ZEeYRk&t=3465s
Concretamente en 1 h, 1’. 5’’