¿Basta ser libre para ser libres?

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No.
Todas las dimensiones del hombre son duales. La libertad trascendental tiene dos miembros : libertad nativa y libertad de destinación.

Aunque el hogar de la religiosidad sea la libertad, no basta con que el hombre sea radicalmente libre, para vivir en paz frente a cualquier Poder.

También su horizonte debe ser despejado y cálido.

La libertad nativa nos confía un encargo y nuestra vida, con la libertad de destinación, se transforma en aventura.

No olvidemos que Polo llama a la libertad nativa, radicalidad (la radicalidad es el ser hijos de Dios)

Y llama a la destinación de la libertad, horizonte.

Somos libres, pero sólo con la verdad se abrirá el horizonte.

Tratamos de la libertad nativa y de la libertad de detinación en las etiquetas 5.5.4

¿Qué debemos pedirle a la dualidad radical para que sea radical?

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La dualidad radical de la persona humana debe ser una dualidad que esté presente en la raíz de cada dimensión de la persona humana.

La doble dualidad de los trascendentales personales propuesta por Polo como dualidad radical de la persona humana no es la raíz, sino que “es” la persona humana.
Esta doble dualidad es trascendental, pero la raíz es aquello de la persona que posibilita la dualidad con Dios (transcendental, de ahí que hablemos de aperturas transcendentes).

La “raíz” es precisamente donde se da el contacto con el Origen.
 
Cada trascendental personal constituye con los otros el co-ser libre, transparente y amoroso.
Sin embargo, en la raíz de cada trascendental personal encontramos dos miembros que permiten la transcendentalidad. Estos dos miembros, que Adam llama miembro primario y miembro segundo, son el nacer-destinándo.se.
 
Así se explica cómo las aperturas transcendentes (humildad, esperanza, fe y caridad transcendentales) son posibles porque en la raíz de cada trascendental hay dos miembros que son la raíz (radical) que chupa su actuosidad de Dios.

La humildad transcendental es un nacer-destinándo.se del co-ser.

La esperanza transcendental es un nacer-destinándo.se de la libertad.

La fe transcendental es un nacer-destinándo.se del entender.

La caridad transcendental es un nacer-destinándo.se del dar.
 
La dualidad radical de la persona humana es el nacer-destinándo.se.

¿Cómo entender mejor el dinamismo de la persona humana?

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Como mejor se entiende el dinamismo de la persona humana es "éticamente".

La ética es la consideración científica más ajustada de la actividad humana.
Es desde donde mejor se ve la índole del dinamismo humano, de la conducta humana.

No es que la ética sea una antropología completa pero, aunque sea de modo indirecto, tiene en cuenta los factores radicales, entre otros, la libertad, que es la dimensión más importante del ser humano y la más característica.

El planteamiento ético es coherente con una antropología completa.

Aunque no agote los significados de la libertad, la ética conecta directamente con la libertad humana pues ¿cómo crecer irrestrictamente, que es lo propio de la ética o ciencia del buen vivir, sin libertad?

Sin la libertad, la ética (el crecimiento humano) sería imposible o se formularía mal.

La índole del dinamismo humano se entiende desde la consideración ética (lo que es bueno para su crecimiento) mejor que desde otras ciencias que abordan la actividad humana de modo parcial, como la psicología, la economía, la sociología o la biología.





De esto habla Polo en "Ética". Hacia una versión moderna de los temas clásicos. 2ª edición. Unión Editorial. p. 25.2

Para saber más ver las etiquetas:
Ética……………………………………...9.0.0

Ética y ciencias humanas……..9.1.2
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¿Es intracósmica la esencia humana?


No
La esencia de la persona humana no se confunde con el universo. 

 Hay dos modos de ser creados, dos tipos, dos actos distintos de ser: el acto de ser humano, que es libertad, que es ser persona humana y el acto de ser tomado como primer principio, que es ser sencillamente, sin libertad. 

 Y correlativamente a esos dos modos de ser, se distinguen dos esencias: la esencia humana y el universo como esencia

 El universo como esencia es distinto de la esencia humana. El universo como esencia no es libre. Depende físicamente del primer principio, del ser sencillo que Dios ha querido que sea y que se despliega según el orden que Dios le ha dado. 

 Ese orden, la unidad de orden, el análisis del ser sencillo según las cuatro causas, es lo que llamamos universo como esencia

 El hombre, sin embargo, viviendo en el cosmos, siendo también una sustancia cósmica, no depende sólo del ser del universo, del primer principio, pues tiene en sí mismo la capacidad de autoperfeccionarse, libremente, dando sentido amoroso, si quiere, a su existencia. 

Por eso decimos que el hombre es extracósmico

 Nuestra esencia no deriva del universo. Ni del mono, ni del renacuajo. O diciéndolo de otra manera, la esencia humana es dual: recibimos de nuestros padres una vida cósmica y recibimos directamente de Dios una vida extracósmica, un ser personal libre que se añade novedosamente manifestando libremente su querer. ¡Qué dignidad, amigo mío! 

La esencia de la persona humana. Notas sacadas de la conferencia dictada el 25-XI-1994 en el salón de grados Mª Zambrano de la facultad de filosofía y letras de la Universidad de Málaga. (Miscelánea poliana nº 4, p.35.2 y 40.2). Citamos las páginas según la recopilación titulada "Antropología y trascendencia" publicada por I. Falgueras y Juan A. García. .

¿Qué es dormirse en María?



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El olvido completo de sí. Eso es dormirse.

 

María conoce la significación de su cuerpo que le permite gozar de Dios ya en esta vida. No en vano es Madre de Dios gracias a su cuerpo.

 

María conoce la significación de la Muerte: dejar de gozar con su cuerpo, para obedecer a Dios.

 

María muere voluntariamente, por compasión con su Hijo.

 

Ya no está despierta con los sentidos de este mundo, sino dormida al egoísmo del placer solitario.

 

Su cuerpo ya no es de esta tierra. No queda nada de su cuerpo en este mundo. Assumpta. Subió a los Cielos.

 

La corrupción de nuestros cuerpos en el sepulcro tiene un profundo sentido para nuestro espíritu. El cuerpo en el sepulcro provoca la purificación del alma, que renuncia a todo apegamiento mundano, a todo pecado, hasta descansar en la Paz que es el Espíritu Santo.

 

Los cadáveres no son todavía cuerpos gloriosos y de hecho se deshacen. Pero aunque no se deshicieran, aunque por maravilla quedaran incorruptos, todavía no serían gloriosos. El cuerpo glorioso no es de este mundo.

 

María no ha necesitado esa purificación. Ella está ya, cuerpo y alma, en el Cielo. Y los Ángeles se alegran.

 

  

Ideas sacadas del libro de Polo "Epistemología, creación y divinidad". Capítulo 7, 7, p. 263.2 La Madre de Cristo
 
Para saber más ir a las etiquetas:
2.11.0 Olvido de sí;
10.0.0 muerte;
12.5.0 Redención;
10.0.1 resurrección;
12.10.0 María;
6.2.11 adorar-yo

¿Qué es lo propio de la naturaleza humana?

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Lo propio de la naturaleza humana es permitir que la persona se “manifieste”, aportando libremente, lo que la persona recibe de Dios.
 
Hago esta consideración después de leer lo que León Magno dice acerca de la naturaleza de Cristo.
Pienso que al estar esta naturaleza asumida, unida, al Verbo, no "recibe" nada de Dios, pues es Dios. De ahí que "manifieste" no lo que recibe, sino lo que es.
 
Por eso Cristo no tiene fe. La fe es una apertura, un don, "recibido" de Dios.
 
Sin embargo, María sí tiene fe. Trascendentalmente Dios la abrió al conocimiento de su misión y Ella "manifestó" esa fe, siendo inmensamente feliz.


¿Necesitamos una esposo o un esposo para ser personas?

 .


Para ser personas necesitamos un Padre.
Él es el Origen.
 
La paternidad divina implica que tengamos hermanas y hermanos.
De ahí que podamos sostener que la fraternidad es también radical en la persona humana.
 
Dios, sin embargo, ha querido darnos una Madre, que nos enseña a ser hijos y hermanos.
 
Es Madre por ser la mejor hija.
Y es la mejor hija porque fue "elegida", por su humildad, para ser esposa del Espíritu Santo.
 
La esponsalidad es un don para colaborar con la paternidad divina.
 
Pero solo María es Esposa de Dios.
 
Nosotros no somos ni esposos ni esposas del Espíritu Santo. Somos hijos e hijas en el Espíritu Santo.
 
Nuestra paternidad o maternidad "espiritual" procede de nuestra filiación y de nuestra fraternidad. No procede de nuestra esponsalidad.
 
La esponsalidad es, pues, esencial, y por lo tanto, no radical. No pertenece al acto de ser humano.
La persona humana no tiene su réplica en su interior, debe buscarla fuera, al aportar su don, su esencia humana, su vida.
 
La esponsalidad es un don subordinado a nuestra misión.
María es esposa de Dios.
 
Los demás hijos de Dios somos esposos y esposas si somos llamados a procrear.
La procreación es necesaria a la especie y no al individuo.

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Dicho lo anterior debemos añadir, siempre además, algo muy importante.
"Felices los invitados al banquete de bodas del Cordero".
¿Con quién se casa el Cordero?
Con la Humanidad.

En el Cielo viviremos la Comunión, el Amor del Espíritu Santo, que es el Amor por cada persona. Amor global, Amor mundial.

Aquí en la tierra aprendemos a amar.
En el Cielo amaremos en el Espíritu Santo. 
Estaremos de bodas con María, para alegría y gloria del Padre.


¿Puede ser el co-ser raíz de la sexualidad?

 .


La coexistencia (co-ser) es uno de los cuatro trascendentales personales descubiertos por Polo.
 
Cualquier persona, en tanto que persona, co-existe-con.
 
Me parece que no es desacertado decir que:
- el Amar se abre trascendentalmente al Espíritu Santo (caridad transcendental);
- el Entender se abre al Hijo (fe transcendental o filosófica);
- la Libertad, en tanto que transcendental, se abre al Padre (esperanza).
 
Esto no quiere decir que la Libertad no se abra al Hijo o al Espíritu Santo, pues los trascendentales se convierten entre sí.
 
Pues bien, pensando la sexualidad humana, propongo decir que el co-ser se abre transcendentalmente a María, humildad trascendental, la Mujer, que es el Sol, que convoca.
 
Dicho de otra manera: el mejor modo de co-existir es ser Mujer.
 
No es que el co-ser sea femenino, sino que la manifestación esencial más perfecta es la humildad transcendental.
 
Esto no quita nada a la Humanidad de Cristo, ya que Él también es Hijo, por María.
Ella es tan perfecta que su Hijo lo es más.
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¿El que María sea la Nueva Eva prueba que la dualidad hombre-mujer sea trascendental?

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No.
Dios ha pensado a Adán como Hijo.
 
Y lo ha pensado para ser padre de la Humanidad, con la colaboración de Eva.
Es una colaboración esencial.
Colaboración en orden a la procreación y al cultivo de la tierra.
 
La Nueva Eva, María, colabora con el Nuevo Adán, Jesús, en el renacimiento de la Nueva Humanidad.

¿Por qué dice Polo que la jerarquía eclesiástica está en consonancia con la jerarquía sobrenatural?

 .


Don Leonardo gusta decir que la vida es jerárquica.
Esta jerarquía se nota muy bien en las distintas elevaciones trascendentales (unas son superiores a otras).
 
En efecto, la persona, por la llamada inicial, es elevada a ser capaz de Dios (unión de la materia con el alma espiritual).
 
Más arriba, el mantenimiento de a llamada la eleva a abrirse transcendentalmente a Dios por las virtudes infusas.
 
Más aún, por la nueva creación, las virtudes sobrenaturales infusas y los dones del Espíritu Santo la coronan y elevan a la intimidad de la Vida divina.
 
Pues bien, en consonancia con la jerarquía sobrenatural, existen en el Pueblo de Dios, distintas elevaciones jerárquicamente organizadas: diáconos, presbíteros, obispos.
 
Y por encima de todas, la elevación de María, cuerpo y alma en el Cielo.
 
Pero, atención, la "elevación" no supone mayor perfección, pues el crecimiento de la persona depende de su colaboración precisa.
 
Podemos subir en un ascensor con los ojos cerrados, sin ver nada.
 
María abre sus ojos, que son soles.
Un sacerdote con los ojos cerrados ve y ama menos que un cristiano corriente.
 
Un cristiano corriente, claro, con los ojos abiertos, de la mano de su Madre.
 
 
 
 
Ideas sacadas del libro de Polo "Epistemología, creación y divinidad". Capítulo 7, 3, p. 244 Distinción entre vida natural y sobrenatural
 
Para saber más ir a las etiquetas:
5.7.0 elevación (etapas trascendentales);
8.2.0 crecimiento;
12.10.0 María;
1.14.2 jerarquía

 


¿A qué llamamos esencia?


Llamamos esencia a la actividad esencial de un ser. 

 A la "tarea" de cada ser. La tarea, en sentido metafórico, del tulipán, es ser tulipán. 

 La tarea, en sentido metafórico, del Universo, es el despliegue de la tetracausalidad. 

 La tarea de la persona humana es su vida. Hacerla crecer.

 Dios es Ser. La tarea de las Tres Personas divinas es su Esencia. Su actividad esencial es su Unidad. Comunión eterna de Personas. 

Rápidamente ¿Qué es la esencia?

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La esencia es la fecundidad del ser.

Intervenciones en el Congreso mundial



Hoy he recibido esta muy buena noticia:


Ya han salido los tres números de Miscelánea poliana que publican algunas de las intervenciones en el "Congreso mundial sobre la filosofía de Polo" celebrado en noviembre pasado.

Desde el propio número, podreis bajaros el *.pdf de vuestra intervención.
Próximamente evaluaremos la opción de publicar en papel (y para comprar) algunas de estas intervenciones.
Muy agradecidos por vuestra colaboración, IEFLP

¿Cuál es el objetivo de Juan A. García González al escribir el compendio “El hombre como persona”?

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Copio lo que él mismo dice:

Si en alguna ocasión, cuando su antropología trascendental todavía estaba inédita, Polo dijo de ella que contenía dinamita, parafraseando una conocida expresión nietzscheana, el objetivo por nuestra parte al divulgarla en este libro y desarrollarla un poco, aunque sea de manera abreviada y personal, es prender la mecha: para que haga explosión ya, y eclosionen las enormes potencialidades de la libertad personal del ser humano, que desbordan incluso las de su extensión a la propia naturaleza.

La libertad es la característica nuclear de la persona humana, y su bien más notable: nada del ser humano es preferible a ella.
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¿Es lo mismo la admiración que el estupor?

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No. No es lo mismo la admiración que el estupor.

Quedar estupefacto supone no entender y no creer que se pueda entender, por lo cual se desiste.

Admirar significa: tengo que mirar y volver a mirar.
La tarea del filósofo es no archivar.







De esto habla Lluís Pifarré en su libro "Entender a Leonardo Polo", p. 59.3
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¿Se equivoca Platón en el estudio de los tipos?

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El estado perfecto de Platón es la armonía de tipos sociológicos, que tienen carácter jerárquico : los esclavos, las mujeres, los campesinos, los artesanos, los comerciarntes, los militares, los políticos, los filósofos. 

 Ésta es la equivocación de Platón : pensar que los tipos sociológicos son jerárquicos. 

 El estado ideal platónico es el de las almas que se dedican a la vida teórica (en la otra vida). 

 Tomás de Aquino considera que los tipos no establecen una jerarquía, puesto que, hay siempre algo, en que unos son superiores a los otros. 

 Esta consideración esconde una idea muy bonita y a la vez cierta, que para una antropología completa es conveniente sacar a relucir. 

 Y la idea es la siguiente : el acto de ser personal creado, la irreductibilidad naciente, determina no sólo los hábitos, no sólo el crecimiento de la persona (dicho crecimiento es la esencia), sino también lo que se llama tipo

 Cada hombre, cada mujer, es un tipo irreductible

 Clásicamente se dice que el principio de individuación es la materia signata quantitatae
Sí, pero esta carne y estos huesos (la materia concreta) son de una persona

 Dios no crea una persona humana como un alma pura. La crea en todos sus detalles.
Acto de ser encarnado.
 Ser mujer o ser varón no es indiferente. 

 Así se comprende también la imposibilidad de la transmigración de las almas o la reencarnación. .