¿A qué reservamos el nombre de "sobrenatural"?
.
Vida
que tiene dimensiones inmateriales (por ejemplo, el conocimiento sensible, o el "orden" del código genético).
En el
cosmos aparecen "naturalezas", seres vivientes.
El hombre, sin embargo, al ser persona, está orientado a una vida superior a la vida que surge en el universo corpóreo. Lo constatamos con la aparición de la inteligencia humana.
Esta vida superior es el conjunto de las aperturas trascendentes, que son fruto de la
primera elevación de la persona humana: la llamada de Dios silenciosa que crea nuestra intimidad.
Se le puede llamar "creación segunda".
Más aún, el hombre está orientado a una vida superior a la vida incorpórea e íntima.
Técnicamente, a esta última elevación, se le ha llamado
"gracia".
Pero atención, esta gracia no es "sobrenatural", es "natural" y toda persona la posee pues forma parte de su dignidad.
Es una
elevación que proponemos denominar "llamada inicial" o "creación
segunda" (la creación primera es la creación del universo físico) y cuyo
fruto son las aperturas trascendentes, que redundan en la calidad y
crecimiento de la vida humana.
Entonces, ¿a qué
reservamos el nombre de "sobrenatural"?
La
noción de sobrenatural surge de una nueva intervención divina
en orden a la salvación.
Llamamos
"gracia sobrenatural" al influjo del misterio de la intimidad divina,
que se empeña en la santificación de las personas, a pesar de los pesares,
sobre la naturaleza humana, a la que eleva haciendo posible su destino.
Es una anticipación de la salvación,
del encuentro definitivo con Dios.
Y las aperturas trascendentes en 5.13.1
¿Existen varios niveles en lo "sobrenatural"?
Sí que existen varios niveles de lo sobrenatural, y podemos agruparlos en cuatro.
Obras que
manifiestan directamente el poder de Dios y que se distinguen de las
modificaciones técnicas que son obras realizadas por el trabajo del hombre.
La noción de
milagro señala con suficiente nitidez la diferencia de lo sobrenatural con lo
natural. Se suele definir el milagro como una excepción respecto al orden
natural que sólo es posible por influencia divina, aunque sea realizado por
un hombre.
El mayor
taumaturgo es Jesucristo.
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2) El segundo nivel es lo que llamamos "gracia sobrenatural o santificante".
Es una elevación, pero una elevación
distinta de la elevación creacional (hemos hablado de las 5 elevaciones trascendentales en la etiqueta 5.7.0)
La santificación o gracia
santificante es una elevación distinta de la elevación creacional (elevación creacional que tiene tres
dimensiones : creación, llamada inicial e insistencia).
La
elevación que llamamos gracia santificante es una anticipación de la
glorificación del cielo y es la que se llama propiamente sobrenatural.
Este nivel se corresponde con lo que San Juan designa con la
palabra sémeion, signo, que indica
directamente este nivel de lo sobrenatural: la elevación sobrenatural que Cristo otorga al hombre. Y que llamamos gracia
sobrenatural.
Por ejemplo, los sacramentos, son signos eficaces (reales).
La realidad sacramental es superior al sentido usual de la palabra
milagro, por tener inmediata relación con la
elevación sobrenatural de la criatura humana. (Primer perdón del Bautismo, perdón de los
pecados, unión con Cristo en la Eucaristía).
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3) Y ahora veamos el nivel más alto, el Verbo encarnado.
Porque tampoco los
sacramentos, que son signos de la gracia sobrenatural, son la realidad sobrenatural más alta, pues, como se suele decir, Deus non alligavit potentiam suam sacramentis; y así, por ejemplo, es eficaz el
bautismo de deseo, y Dios también puede perdonar los pecados atendiendo a un
acto de contrición perfecta por parte de la criatura.
(La conveniencia de acudir en este caso a la confesión es debida a que nadie puede estar seguro de que ha realizado un acto de semejante pureza).
El nivel más alto en lo sobrenatural es la Encarnación del Verbo pues proporciona una Vida muy superior a la naturaleza creada.
Con la noción de
milagro no se alcanza a perfilar suficientemente la superioridad de la vida que
proporciona la Encarnación del Verbo, sobre la vida de la naturaleza creada.
Y la realidad
sacramental no debe ocultar que lo
verdaderamente importante es Cristo mismo.
La clara prueba
del favor divino es la Encarnación del Verbo, que, precisamente por ello, es el
Autor de la realidad sacramental.
Toda la vida de Cristo está dedicada a dar gloria a Dios Padre, no sólo asegurando la felicidad de las criaturas humanas, sino también haciéndo residir la felicidad en la donación de la filiación divina, es decir, en la unión con Él.
Éste es el nivel más alto de lo sobrenatural.
La superioridad de la humanidad de Cristo sobre la realidad sacramental es debida a su unión con la segunda Persona divina.
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4) Pero aún hay más:
La incorporación del ser humano a Jesucristo está por encima de cualquier otro perfeccionamiento, pues nos hace entrar en la Comunión de los santos.
Lo sobrenatural es pues una anticipación creciente: el milagro, el sacramento-misterio, la Encarnación y por fin, la Iglesia que es el Templo de Dios.
Iglesia-Madre, como María, de todos los Santos.
La
Iglesia es Madre que nos sitúa en la Familia de Dios, como nuestras madres nos sitúan en el
mundo.
El
demonio quiere dividir, quiere que no reconozcamos a nuestra Madre, diciendo
que es mala.
La unión con Cristo lleva consigo la más estrecha unión entre los seres humanos.
Y por tanto no es suficiente
decir “Padre mío”, si esta expresión no va estrictamente acompañada de la
fórmula “Padre nuestro”.
La paternidad
divina es más real que la paternidad humana, la cual, en cierto modo, es
excluyente.
Aquí todos somos
hijos en el Hijo. Hermanos. Hijos de María.
.
¿Cómo distinguir lo natural de lo sobrenatural? Adam 50
Veamos primero el punto clave 50 de la comunicación de Adam al Congreso
poliano de 2021 :
50. El co-acto de ser personal es una existencia elevada (en comparación
con el acto de ser del universo físico es una existencia ampliada por dentro:
co-existencia).
Sin embargo, esta elevación creacional no es la única elevación del ser humano: la
elevación como relación en el orden del Origen ha de distinguirse de la elevación
sobrenatural.
La distinción entre las dimensiones trascendental y sobrenatural humanas es
real: lo trascendental humano equivale al co-acto de ser personal y lo
sobrenatural es su crecimiento o intensificación.
cfr. Polo, L., “La persona humana como relación en el orden del Origen”,
p.192
Así se expresa Adam Solomiewicz en el punto 50 de su comunicación al
Congreso poliano de 2021.
Aquí está el enlace
: https://www.leonardopolo.net/wp-ontent/uploads/2021/12/MP73-6.pdf
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Veamos ahora mi opinión, pues pienso que hay que aclarar mejor lo que
significa “intensificación” cuando hablamos de lo sobrenatural:
Existe un consenso sobre el sentido de lo sobrenatural. Sería una nueva
elevación (distinta de la natural) por la que participamos de la Vida íntima de Dios.
Pero tendríamos que preguntarnos ¿es que el
crecimiento irrestricto hacia la Unidad (elevación natural), no es ya
participación de la Vida íntima de
Dios?
El crecimiento personal, natural, trascendental, del que venimos hablando
es, a mi parecer, Vida divina, pues crecemos en Dios, Vida íntima de Dios.
Para mostrar “lo sobrenatural”, el nuevo don, en lugar de enfocarlo como
“intimidad”, propongo caracterizarlo como una “anticipación” del encuentro definitivo con Dios.
La noción de sobrenatural surge de una “nueva” intervención divina en orden
a la salvación.
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Sin olvidar que Polo habla de cuatro niveles de lo “sobrenatural”.
El nivel más bajo es el milagro: intervención divina en orden a la
salvación.
El nivel superior siguiente es la gracia santificante: nueva intervención
divina que considero una “anticipación” de la vida que viviremos en el Cielo.
Es una anticipación de la salvación, del encuentro definitivo con Dios.
El nivel superior siguiente es la Encarnación.
Y el nivel más alto es la Iglesia. Familia de Dios. Templo de Dios : nueva
intervención divina que adelanta nuestra Vida en el Cielo
¿No será la dualidad radical, la dualidad entre lo trascendental y lo sobrenatural?
La persona humana (lo trascendental antropológico) es capaz de Dios (considerado aquí como lo sobrenatural).
Existe una dualidad entre el hombre y Dios que hemos denominado trascendental.
Pero cuando Polo habla de dualidad radical, se refiere a la persona humana (trascendental), y no a la dualidad de la persona humana con Dios (trascendental).
No queremos ahora dilucidar lo que es “lo sobrenatural”, que algunos autores presentan como intensificación del Don de Dios y que a mi parecer consiste en una anticipación de la vida eterna (El Don-don anticipado).
Basta decir aquí que las aperturas trascendentes no son sobrenaturales.
Humildad del aceptar (humildad trascendente del co-ser)
Además de la fidelidad (esperanza trascendente de la libertad).
Filiación del buscar (fe trascendente del entender personal).
Comunión del dar (caridad trascendente del dar personal),
.
¿Qué es lo íntimo de Dios?
Su Misterio es su iniciativa, que no depende más que de su Amor.
De ahí que se pueda decir que Dios es el Absoluto, el que está libre de lazos.
Sin embargo, preferimos llamar a Dios Padre: el Origen.
En efecto, Origen aclara su Misterio mejor que si le llamamos el Absoluto.
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¿Cómo caracterizar lo sobrenatural?
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Existe un consenso sobre
el sentido de lo sobrenatural: una nueva elevación por la que
participamos de la Vida íntima de Dios.
Pero tendríamos que
preguntarnos ¿es que el crecimiento irrestricto hacia la Unidad, no es ya
participación de la Vida íntima de Dios?
El crecimiento personal,
natural, trascendental, del que venimos hablando es, a mi parecer, Vida divina,
pues crecemos en Dios, Vida íntima de Dios.
La persona humana es
dual: ser en Dios, ser en su Réplica de Dios.
Para mostrar lo
sobrenatural, el nuevo don, en lugar de enfocarlo como “intimidad”,
propongo caracterizarlo como una anticipación
del encuentro definitivo con Dios.
¿Colabora la filosofía en el acto de fe sobrenatural?
Una mujer no puede dar la vida sin aceptar la semilla.
¿Son las buenas obras la causa del crecimiento natural y sobrenatural?
Subimos hacia Dios en un ascensor acristalado.
Siempre más. Si queremos.
Y si, dentro del ascensor, miramos pantallas obscenas, veremos peor.
Lo que se pierde con el pecado es la conexión con Dios. (En ese sentido sí se puede hablar de un cierto achicamiento, como señala Polo).
Pero lo que en realidad se pierde es el “sentido” personal del crecimiento constante hacia Dios, cuando la persona se vuelve desordenadamente a las criaturas.
Al no mirar, no se ve.
Y la imaginación crea pesadillas. El infierno.
El crecimiento sobrenatural es una anticipación de lo que veremos y viviremos en el Cielo.
Es como una pantalla del VAR en la que vemos el futuro.
Por la gracia sobrenatural podemos descubrir el sentido eterno de lo que vivimos naturalmente, al ser elevados por Dios y abrir los ojos a la vida.
En lugar de obscenidades, vemos el Cielo.
Lo sobrenatural es anticipación de la Salvación.
¿Son nuestras buenas obras el origen del crecimiento de la persona?
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Se trata del crecimiento personal, que no depende de sus obras.
Sin embargo, al ser libertad, la manifestación de ese crecimiento (crecimiento esencial), depende de sus obras libres.
Si la persona rechaza, desconectándose, la actuosidad trascendental que “es”, aunque siga creciendo, su vida enloquece, como cuando se destruye la hélice posterior de un helicóptero.
¿Y la elevación sobrenatural? Es más conexión: una anticipación de su vida en el Cielo.
¿Qué componentes tiene la libertad como donación?
La "libertad como donación" de la que habló Ángel Luis González, es una libertad a tres: Dios que llama, la persona que responde, y su yo que constituye el don.
La persona humana manifiesta, con su yo, su querer libre.
Siempre mediados por nuestra esencia (nuestro yo libre).
El Destino está en nuestras manos.
Es un Don-don
A mi entender, ese añadido, es la anticipación de la gloria que vivimos con nuestra visión sobrenatural.
Don divino – Don humano.
El Don-don deviene Don-Don.
Sin embargo, tenemos la posibilidad de negarnos (si no otorgamos), y ese trascendental "no otorgar" se manifiesta como una disposición (la disposición es uno de los cuatro modos de la esencia humana. Esos cuatro modos son: manifestar, disponer, iluminar y aportar).
Si no estamos dispuestos a entrar en nuestra morada…, pues no entraremos.
¿Cuál es la clave de la distinción entre natural y sobrenatural?
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El crecimiento personal
natural es ya Vida íntima de Dios. Estamos en el ascensor acristalado subiendo
hacia Dios. Estamos en gestación. Estamos en vías de destinación.
Pero, por un don sobrenatural
de Dios, poseemos como una pantalla, en el interior del ascensor, por la que
podemos ver, por anticipación, cómo seremos eternamente en Dios. El plan
definitivo de Dios (que tendrá en cuenta nuestra responsabilidad libre, nuestro
querer).
La clave de la distinción
entre natural y sobrenatural (por ejemplo, entre fe intelectual y fe
sobrenatural) estaría en si estamos aún en el tiempo humano, si estamos “en
camino” hacia Dios, o si ya poseemos virtualmente el encuentro definitivo.
Gracias al mito del ascensor acristalado podemos entender el crecimiento de
la persona humana. Se trata de una Página del Blog a la que se accede desde
este enlace : https://preguntaspolianas.blogspot.com/p/el-mito-del-ascensor-acristalado.html
¿Es lo sobrenatural la presencia del futuro eterno?
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Entiendo que lo
sobrenatural en nuestras vidas es la presencia del futuro eterno. Presencia que
da relieve (altura y profundidad) a nuestro crecimiento.
La presencia del futuro
eterno no es la posesión del futuro sin desfuturizarlo, propia de la de
libertad trascendental, sino el valor eterno de nuestro crecimiento natural.
Gracias a la vida
sobrenatural, vemos mejor, con vida “nueva”, lo que naturalmente (elevados por
Dios) podemos ir alcanzando.
No solamente vemos con
luces “nuevas” nuestro destino, sino que Dios nos da la fuerza (sobrenatural)
para alcanzarlo, si queremos.
Gracias al mito del ascensor acristalado podemos entender el crecimiento de
la persona humana. Se trata de una Página del Blog a la que se accede desde
este enlace : https://preguntaspolianas.blogspot.com/p/el-mito-del-ascensor-acristalado.html
¿Es lo sobrenatural una fuerza divina?
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Sí.
No solamente es Luz, sino
también Fuerza.
La Fuerza del Amor.
La Fuerza del Espíritu
Santo.
Una Fuerza de atracción.
¿En qué consiste esta
“fuerza”?
Pensemos, por ejemplo, en
el don de Fuerza del Espíritu Santo. Los dones de la Tercera Persona son el
coronamiento de las virtudes teologales naturales y de los hábitos innatos.
El don de Fuerza es una
pantalla en la que el Espíritu Santo muestra la Fuerza del Verbo encarnado. (El
Espíritu Santo no se ve, es el gran Desconocido, lo que se ve es el Verbo). Y
al ver "mejor" somos motivados sobrenaturalmente. Es una Fuerza de atracción que no anula nuestra libertad.
Luego la pantalla
sobrenatural no es una sola. Es como el VAR. Varias o muchas pantallas en las
que presenciamos el futuro eterno. Así aparece “lo mejor” para nuestra vida.
Cuando queremos mejorar
una foto en el ordenador, la editamos, y podemos aumentar su luminosidad, su
color, su claridad o concentrarnos en una zona concreta. Eso es lo que hace el
Espíritu Santo. Nos propone una mejora de la vida, acercándola a la solución libre definitiva.
Gracias al mito del ascensor acristalado podemos entender el crecimiento de
la persona humana. Se trata de una Página del Blog a la que se accede desde
este enlace : https://preguntaspolianas.blogspot.com/p/el-mito-del-ascensor-acristalado.html
¿Es lo sobrenatural el libro del maestro?
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Una comparación puede
sernos útil: si disponemos del libro del maestro con la solución de los
problemas, tendremos facilitado el camino para mejor recorrerlo, comprendiendo
poco a poco el plan definitivo de Dios, que tenemos sobrenaturalmente
anticipado.
En la medida en que Dios
me dé más fe sobrenatural en la Trinidad, sabré “mejor” abandonar el límite
mental y entrar naturalmente en el Misterio. (¿Ascética? ¿Mística?, sugiere
Josemaría Escrivá, no importa. Vivimos en Dios).
Si la pantalla de lo
sobrenatural se apaga, habrá que hacer penitencia, como insinúa Marcos 2: “un
tiempo vendrá en el que se les quitará al Esposo, entonces ayunarán”.
Otro apunte esperanzador:
la pantalla sobrenatural del ascensor no es otra cosa que la Eucaristía. La
Misa es una anticipación del Cielo. Cuanta más visión sobrenatural (claridad en
la pantalla), mejor puedo descifrarla… Hagan ustedes la prueba.
Gracias al mito del ascensor acristalado podemos entender el crecimiento de
la persona humana. Se trata de una Página del Blog a la que se accede desde
este enlace : https://preguntaspolianas.blogspot.com/p/el-mito-del-ascensor-acristalado.html
¿Hay actos moralmente indiferentes?
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En la tertulia “Persona y acción” Juan A. GG nos edifica hablando de “editar” la libertad.
Yo le había escuchado la expresión “tomarse la libertad”, y ahora ese tomarse la libertad se enriquece con el “editar cada uno su libertad”.
Vale la pena escuchar su defensa de los caprichos de cada quién.
Y entonces le preguntan si hay actos moralmente indiferentes.
Seguro que tiene en mente la respuesta tradicional: no existen actos moralmente indiferentes porque incluso agacharse para recoger una hojilla, lo hacemos con una intención última que da la moralidad a lo físicamente indiferente.
Nuestro autor dirá: ¡déjenme vivir! No puedo vivir angustiado preguntándome a cada momento por la moralidad de lo que hago.
Haré, digo yo, lo que me dé la gana.
Estoy “editando” mi libertad y la persona merece un respeto, como la respeta Dios.
Sin embargo, cuando Dios, respetando mi libertad, que Él quiere que yo edite personalmente, acepte mi vida, entonces esos actos no serán ya “indiferentes” pues formarán parte de la Gloria eterna de Dios.
Conclusión práctica: si tengo visión sobrenatural, ningún acto es “indiferente”.
Para entenderlo propongo que se alcance a ver lo “sobrenatural” como una anticipación de la vida eterna.
Así se conjuga libertad y comunión con Dios.