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¿Quién va por delante, el tener o el dar?


Ni el uno ni el otro.



El planteamiento clásico
da la preeminencia a la razón (que es un "tener"). La libertad se manifiesta aquí en la capacidad de decidir entre los medios que la razón práctica propone para alcanzar el fin (el fin es otro "tener" más alto, que nos viene dado).

El planteamiento moderno da la preeminencia a la voluntad, identificándola con la libertad espontánea de hacer lo que me da la gana. Un dar no se sabe por qué.

Polo ajusta el problema. La libertad trascendental, que se convierte con cada persona, es la inclusión atópica en el ámbito de la máxima amplitud, que es Dios.
La preeminencia la tiene el Creador. Que nos da el “tener” y nos llama simultáneamente a “dar”, según nuestro querer.

La Verdad no es así una "forma" impuesta desde fuera (su amplitud es máxima e irrestricta).
Esta Verdad que inspira con su encuentro es el enamoramiento. Y nuestra libertad personal (trascendental) es nuestro canto enamorado a la Verdad.

Cada uno, según sus circunstancias, buscará (libertad esencial) los medios más adecuados para el poema o cántico que es su vida.







Para saber más leer: Polo, "La verdad como inspiración", en La persona humana y su crecimiento, pp. 197-206


¿Es el hombre solamente el ser que "tiene"?


Aristóteles no caracteriza solamente al hombre como el ser que "tiene". El hombre también desea.
Es un ser oréctico, tiene sed de saber.

Pero el deseo es inferior al tener, al ser una carencia.

La voluntad en Aristóteles es signo de deficiencia.

Por eso, en Dios, Acto puro, no puede haber deseo.
Es motor inmóvil. Perfecto.

El dinamismo de la antropología aristotélica es un dinamismo tendencial. Marca la imperfección del hombre.

Aristóteles comienza la Metafísica con la célebre frase: "todos los hombres desean por naturaleza saber".

Sin embargo, Aristóteles ignora que el Acto puro es más que tener. Dios es también Dar.

Para corregir la Antropología de Aristóteles debemos incluir en el hombre su dimensión donante.
El hombre es capaz de tener, sí, y por eso puede dar y aceptar lo que Dios le da.

El hijo, al aceptar, también da.


De esto habla Polo en su artículo "Tres dimensiones de la Antropología", aparecido en Studia Poliana, 13, (2011), p. 24.2.


Para saber más.
Sobre el tener:………………..………..Etiqueta 1.9.1
Sobre la naturaleza humana:……..........Etiqueta 6.1.0
Sobre el hombre:……….…………….Etiqueta 1.10.0
Sobre el deseo:…………………….……Etiqueta 1.9.3
Sobre las aporías de Aristóteles:..............Etiqueta 20.4.5






Tener para dar




En ""tener y dar" Polo caracteriza al hombre como el ser capaz de tener.
Se tiene con el cuerpo, se tiene con las operaciones y se tiene con los hábitos.

Pero atención, no pensemos que es la persona la que tiene.
La persona no es “sujeto” del tener.
La persona es co-ser con Dios. Es trascendental.

El sujeto, por así decir, del tener es el “yo”, (aunque el yo no es sujeto, pues el yo es el ápice de la esencia humana).

Pero podemos decir que es el “yo” el que tiene, haciendo crecer la naturaleza recibida, esencializándola.

Para entrar en la comunión con Dios la persona “humana” debe instaurar un nuevo don, aún inédito.
No su don trascendental, sino su don esencial, su vida, libremente otorgada.

El don de su vida será asi ofrecido a Dios, esperando su aceptación.

Tener para dar.

¿Se puede decir que el acto de ser personal posee la esencia o "tiene" la esencia?


No.
La esencia humana no se "posee" sino que es el manifestarse o el disponer de la persona humana.

O, como explica Juan A. García, la esencia humana es el sentido transversal del carácter de además.

Sigo ahora  en mi respuesta las apreciaciones de Juan Fernando Sellés en su libro sobre la persona humana, publicado en la universidad de la Sabana en 1998.

La más alta averiguación filosófica medieval es la distinción real entre esencia y acto de ser en la realidad creada.

Por esencia entienden el modo de ser de cada realidad, su forma de ser o su composición real.

Por acto de ser entienden el fundamento de toda realidad, aquel principio que hace ser a las realidades.

Las diversas realidades no se reducen al ser, sino que son tal o cual realidad, de tal o cual índole (la índole es la esencia).

En Dios Ser y Esencia se identifican.

En antropología, no obstante, hay que esclarecer mejor esta distinción.

¿Qué es en el hombre del ámbito de su esencia ?

¿Qué es en el hombre del ámbito de su ser ?

G. Marcel capta ahí una dualidad y la formula con sus nociones de « tener » y « ser ».
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La propuesta poliana en antropología, muy bien enseñada por Sellés es, sin embargo, tripartita pues distingue tres ámbitos.

1. El ámbito del tener « recibido » es la naturaleza humana (el cuerpo, las facultades, las tendencias, etc).

2. El ámbito del tener « adquirido » es la esencia humana (que es el perfeccionamiento de la naturaleza humana ; es el crecimiento de la naturaleza que la persona consigue libremente). 
O, como dice el profesor Juan A. García : cuando el además, al ser además, vuelve al límite.

La esencia del hombre es incrementable indefinidamente. Aquí están las nociones de  hábito y de virtud.

3. El ámbito del ser « recibido » es la persona.
Ser que no está clausurado, pues puede ser más. (Puede dar, es dar, aceptando). Es además.

No es la persona pues  la que "tiene".

Es el “yo” (ápice de la esencia humana) quien tiene según su naturaleza (y en tres niveles).
Ya Aristóteles caracterizó al hombre como el ser que “tiene”.

Es la naturaleza humana la que posibilita el tener y en la medida en que es perfeccionada :
a) según el cuerpo : es el tener práctico ;
b) según la razón ;
c) según los hábitos.

La aportación de la persona, el nuevo don libremente instaurado, es su esencia.

El acto de ser, la persona, dispone, manifiesta, ilumina, aporta, con la esencia, pero no dispone de la esencia.

La esencia es precisamente el disponer indisponible.



¿Es la persona humana el habitante del universo?


La persona humana, aunque con un destino trascendente, es (con todo rigor) el habitante del universo.

Primero porque es persona “corpórea”.

La persona humana es espíritu en el tiempo, es creada en el tiempo del universo físico y tiene como tarea habitarlo, instaurando su don libre.
Para ello despliega su actividad vital, fabricando los medios que forman la cultura.

De entrada, la persona humana (al decir “de entrada” nos referimos a su naturaleza), está abierta a la cultura recogida por tradición. La persona humana está así insertada en la historia y llamada a proseguirla.
Nacemos en el espacio y en el tiempo.

El ser humano es la persona que habita el cosmos, con la acción productiva de su cuerpo.

Ideas sacadas del “compendio” de Antropología “el hombre como persona” de Juan A. García González.

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¿Cuál es el tener más alto según Aristóteles?



La virtud.

Aristóteles la llama, a veces,  héxis, en lugar de la palabra usual entre los griegos areté, y lo hace para resaltar el "tener".

Héxis viene de ékhein, tener, y significa propiamente el tener corpóreo.

Decir que el hombre es un ser racional es poco. El hombre es un ser capaz de "tener" racional.

El hombre es homo faber (tener técnico).
El hombre es homo sapiens (tener racional).

Y por encima de esto, el hombre tiene la capacidad de "tener" los "teneres" inferiores.
Ése es el tener más alto para Aristóteles, y lo llama "virtud".

Tener, en tanto que virtud, es conocer las finalidad de nuestras potencias.

Así, la voluntad crece adquiriendo virtudes, que le permiten dominar las pasiones.

Pero Aristóteles mira sobre todo a las virtudes superiores, que para él son los hábitos intelectuales.

El hábito de sabiduría, o el hábito de los primeros principios, redundan en los niveles inferiores del tener. Sabremos para qué sirven las manos (el tener técnico) y para qué sirven las palabras (el tener racional).

Cuando tiene la virtud, el hombre puede mejorar el ejercicio racional y el ejercicio práctico.
Cuando sé calcular, gracias a un hábito matemático, resolveré mejor los problemas de álgebra.
Si poseo la virtud de la puntualidad, llegaré, si quiero, a tiempo, agradando a los demás.

La virtud nos perfecciona. Es una hiperformalización de nuestra naturaleza. Un crecimiento.
El hombre es un ser capaz de mejorarse, capaz de tener virtudes.
El hombre es un ser capaz de crecimiento irrestricto, capaz de virtud.


De esto habla Polo en su artículo "Tres dimensiones de la Antropología", aperecido en Studia Poliana, 13, (2011), p. 22.4.

Para saber más.
Sobre la naturaleza humana:……Etiqueta 6.1.0
Sobre el hombre:…………………..….Etiqueta 1.10
Sobre el tener:…………………..……..Etiqueta 1.9.1
Sobre la virtud:……………………..….Etiqueta 6.2.5
Sobre el hábito:…………………….……Etiqueta 1.9.2
Sobre el hábito en Aristóteles:…..Etiqueta 20.4.2

¿Cuáles son los distintos modos de "tener" descubiertos por Aristóteles?



Pongamos tres ejemplos :

1. El cuerpo tiene vestido o la mano tiene anillo.
Este modo de poseer es el hábito categorial.

2. Cuando pienso algo, por ejemplo, cuando pienso en un sendero solitario.
La operación de pensar posee el objeto conocido.

3. El tercer modo de poseer es el hábito.
Me gusta volver al sendero solitario.
La inteligencia y la voluntad adquieren hábitos que son otro modo de poseer.

El hábito es una disposición que la persona ha adquirido.
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¿Cómo explica Polo la interpretación que hace Aristóteles de la antropología?

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Aristóteles hace una interpretación llamémosla "constitucional".

Aristóteles define al hombre (hablar de la naturaleza del hombre es lo mismo que definirlo) como el "animal racional".
Es una visión simplificada de su pensamiento.

El concepto clave de la antropología aristotélica es el verbo griego "ekhein", que se traduce por "tener". Un verbo con mucha mayor densidad de sentido que nuestro "tener".

El hombre es el ser que "tiene"
Que al menos, de entrada, posee la capacidad de tener.

Es el viviente que "tiene" razón.

Ahora bien, el hombre no solamente tiene razón.
Podemos distinguir:
1. El tener corpóreo : el poseer y el habitar (hábito categorial).
2. El tener racional : pensar.
3. El tener según virtud : el hábito.

El hombre puede tener con mayor o menor intensidad.


De esto habla Polo en su artículo "Tres dimensiones de la Antropología", aperecido en Studia Poliana, 13, (2011), p. 16.

Para saber más.
Sobre la naturaleza humana:……Etiqueta 6.1.0
Sobre el hombre:………………....….Etiqueta 1.10
Sobre el tener:…………………..…....Etiqueta 1.9.1
Sobre la intensidad:……………...….Etiqueta 5.4.4
Sobre el hábito categorial:………..Etiqueta 1.9.2
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¿Son los hábitos el tener más alto para la persona humana?

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La persona humana es trascendentalmente libertad.

(Un ser abierto dualmente en el ámbito de la máxima amplitud).

En este sentido, la libertad es un "dominio de principios", que es un tener más alto pues los principios no se pueden perder.

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¿Cómo caracteriza Aristóteles el medio y el fin, según el tener?

                                     
Medio es el tener práctico, el tener según el cuerpo, la técnica.

Fin es el tener inmanente, la teoría, que culmina en el intelecto.

La virtud superior es la sabiduría.

De esto habla Polo en su artículo "Tres dimensiones de la Antropología", aparecido en Studia Poliana, 13, (2011), p. 24.2.


Para saber más.
Sobre la naturaleza humana:……Etiqueta 6.1.0
Sobre el hombre:………………….Etiqueta 1.10
Sobre el tener:……………………..Etiqueta 1.9.1
Sobre la virtud:…………………….Etiqueta 6.2.5
Sobre el hábito:……………………Etiqueta 1.9.2
Sobre el hábito en Aristóteles:…..Etiqueta 20.4.2