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¿En qué se distingue la esencia humana de la esencia del universo físico?

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La esencia humana es el autoperfeccionamiento de la naturaleza humana, naturaleza individuada en la materia (46 cromosomas) y que comienza a ser "humana" al ser creado un acto de ser personal, acto que se manifestará a partir de esa naturaleza concreta y no en otra (la imposibilidad de la reencarnación está aquí contenida).
Polo reserva el nombre de esencia al autoperfeccionamiento dependiente de la libertad de cada quién.

La esencia del universo físico es, por el contrario,  el despliegue no libre del ser del universo, según el orden establecido por el Creador.

No olvidemos que, en cualquier caso, "esencia" indica perfección.

La perfección del universo físico reside en la causa final, en el orden en que persistentemente se despliega el plan de Dios, plan tetracausal. (Orden que incluye la indeterminación de la materia en tanto que potencia pura).



Sin embargo, la perfección (esencia) de cada persona humana reside en que su vida sea un don creciente, aceptable por Dios. Es un don libre a su Creador de la persona, que espera lo que bien podemos llamar Juicio: la aceptación del don de su vida por el Amor.

Habrán notado  que la esencia del universo es "una", mientras que hay tantas esencias humanas como personas. 

La persona coopera con Dios para que su vida (su esencia) sea un don agradable a Dios.

La esencia del hombre no está determinada. La esencia del universo sí, en tanto que es lo que es, por lo que su despliegue depende de las condiciones iniciales (que, incluyendo el azar, el hombre puede, además, modificar con su acción).

La esencia de cada persona crece libremente en la medida en que el hombre puede y quiere conducir su naturaleza, esencializándola.

Es así como la aventura de la vida (mi esencia) se convertirá en un don. ¿Querrás aceptarlo?





De esto habla Leonardo Polo en "La esencia humana" p. 71.
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¿En qué se distingue la esencia humana de la esencia del universo físico?

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La esencia humana es el autoperfeccionamiento de la naturaleza humana, naturaleza individuada en la materia (46 cromosomas) y  que cada persona humana recibe al ser creada.
Es autoperfeccionamiento porque depende de la libertad de cada quién.

La esencia del universo es el despliegue del ser del universo, según el orden establecido por el Creador.

No olvidemos que esencia indica perfección.

La perfección del universo físico reside en la causa final, en el orden en que persistentemente se despliega el plan de Dios, plan tetracausal. (Orden que incluye la indeterminación de la materia en tanto que potencia pura).



Sin embargo, la perfección (esencia) de cada persona humana reside en que su vida sea aceptada por Dios. Es un don libre de la persona a su Creador, que espera lo que bien podemos llamar Juicio: la aceptación.

Habrán notado  que la esencia del universo es una, mientras que hay tantas esencias humanas como personas. 

La persona coopera con Dios para que su vida (su esencia) sea un don agradable a Dios.

La esencia del hombre no está determinada. La esencia del universo sí, en tanto que es lo que es, por lo que su despliegue depende de las condiciones iniciales (que, incluyendo el azar, el hombre puede, además, modificar con su acción).

La esencia de cada persona crece libremente en la medida en que el hombre puede y quiere conducir su naturaleza, esencializándola.

Es así como la aventura de la vida (mi esencia) se convertirá en un don. ¿Querrás aceptarlo?


De esto habla Leonardo Polo en "La esencia humana" p. 71.
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¿Cómo se entiende bien la esencia del universo?

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La clave para entender el universo es admirar su orden, su armonía.

Considerémoslo teleológicamente. "Telos" se refiere aquí al orden evidente y asombroso que reina en el cosmos.

Las sustancias elementales, aunque carecen de naturaleza (pues no tienen unidas a ellas una causa eficiente que les haga ser principio de operaciones), "cumplen" el orden a su manera, movidas desde fuera.

Las sustancias naturales, que llamamos naturalezas, contienen en sí mismas una causa eficiente, una relación con el fin, con el orden. Por eso operan "naturalmente", desde ellas mismas, al servicio de la sinfonía natural. También "cumplen" el orden.


Polo nos propone un método para encontrar noéticamente ese orden del universo: si pugnamos con nuestro límite mental (2ª dimensión del abandono, que estudiaremos, si Dios quiere, en la etiqueta 2.1.2), si pugnamos, digo, con la mismidad de nuestro pensamiento, encontraremos la esencia extramental, es decir, el universo como esencia u orden del universo.

El universo como esencia es la unidad de orden, en cuanto unidad ordenante, en tanto que "telos" del conjunto de sustancias y de sus operaciones, que "cumplen" divinamente ese orden.

Estamos en el terreno de la pasión de los científicos, estudiosos de las leyes de la naturaleza, de las brumas, de las cataratas, de los bosques y malezas.

Llamamos causa final al "cumplimiento" del orden. Este es el sentido preciso de la noción de causa final en Aristóteles. Cumplimiento que incluye la indeterminación de la materia, haciéndola maleable por el azar, sí, pero también por la voluntad del hombre.

Y la esencia del universo o el universo como esencia es la totalidad causal, no sólo la causa final, que es el "cumplimiento" sino la tetracausalidad u orden completo del universo.

Tetracausalidad que, por otra parte, es realmente distinta del acto de ser del universo o ser como primer principio o ser extramental, trascendental metafísico (ver etiqueta 3.1.0)


Las causas no son trascendentales (salvo la causalidad trascendental). Las causas son predicamentales y Polo las identifica con el análisis del primer principio. Esa es la  esencia del universo.

La tetracausalidad es el universo como esencia.

Dios es Creador del ser extramental y de su esencia, armoniosamente tetracausal.





La esencia de la persona humana. Notas sacadas de la conferencia dictada el 25-XI-1994 en el salón de grados Mª Zambrano de la facultad de filosofía y letras de la Universidad de Málaga. (Miscelánea poliana nº 4, p.37.3 a 38.4). Citamos las páginas según la recopilación titulada "Antropología y trascendencia" publicada por I. Falgueras y Juan A. García


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¿Cómo hace cumplir el universo su orden?

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A través de la causa final.

La causa final no es otra cosa que el valor causal de la unidad ordenante.


Dicho de otro modo, el "cumplimiento" del orden.

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¿Cómo se entiende bien la esencia del universo?

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La esencia del universo para Polo es la tetracausalidad o totalidad de las causas,
que constituye una unidad de orden u ordenante.

La clave para entender el universo es admirar su orden, su armonía.

Considerémoslo teleológicamente.

"Telos" se refiere aquí al orden evidente y asombroso que reina en el cosmos.

Las sustancias elementales, aunque carecen de naturaleza, "cumplen" el orden a su manera, movidas desde fuera.

Las sustancias naturales, que llamamos naturalezas, contienen en sí mismas una relación con el fin, con el orden. Por eso operan "naturalmente", desde ellas mismas, al servicio de la sinfonía natural. También "cumplen" el orden.

Polo nos propone un método para encontrar noéticamente ese orden del universo : si pugnamos con nuestro límite mental (2ª dimensión del abandono, que estudiaremos, si Dios quiere, en la etiqueta 2.1.1.2),
si pugnamos, digo, con la mismidad de nuestro pensamiento, encontraremos la esencia extramental, es decir,

el universo como esencia u orden del universo.

El universo como esencia es la unidad de orden, en cuanto unidad ordenante, en tanto que "telos" del conjunto de sustancias y de sus operaciones, que "cumplen" divinamente ese orden.

Estamos en el terreno de la pasión de los científicos, estudiosos de las leyes de la naturaleza, de las brumas, de las cataratas, de los bosques y malezas.

Llamamos causa final al "cumplimiento" del orden.

Este es el sentido preciso de la noción de causa final en Aristóteles. Cumplimiento.

Polo dice también que la causa final es el valor causal de la unidad ordenante.

Y la esencia del universo o el universo como esencia es la totalidad causal, no sólo la causa final, que es el "cumplimiento" sino la tetracausalidad u orden completo del universo.

Tetracausalidad que, por otra parte, es realmente distinta

del acto de ser del universo que es el ser como primer principio o ser extramental, trascendental metafísico (ver etiqueta 5.2)

Las causas son predicamentales y son el análisis del primer principio (del ser extramental), su esencia.

La tetracausalidad es el universo como esencia.

Dios es Creador del ser extramental y de su esencia, armoniosamente tetracausal.


La esencia de la persona humana. Notas sacadas de la conferencia dictada el 25-XI-1994 en el salón de grados Mª Zambrano de la facultad de filosofía y letras de la Universidad de Málaga. (Miscelánea poliana nº 4, p.37.3 a 38.4). Citamos las páginas según la recopilación titulada "Antropología y trascendencia" publicada por I. Falgueras y Juan A. García

Etiqueta 2.1.1 : el método del abandono
Etiqueta 5.2 : los trascendentales

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¿A qué llama Polo "análisis" del primer principio?

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A la tetracausalidad del universo.

No es otra cosa que el universo como esencia.

El análisis es la tetracausalidad,

la esencia del universo o meollo.

Llamaremos "primer principio" al ser extramental o ser del universo.

Su análisis es su esencia, su meollo, las cuatro causas.

La esencia de la persona humana. Notas sacadas de la conferencia dictada el 25-XI-1994 en el salón de grados Mª Zambrano de la facultad de filosofía y letras de la Universidad de Málaga. (Miscelánea poliana nº 4, p.39). Citamos las páginas según la recopilación titulada "Antropología y trascendencia" publicada por I. Falgueras y Juan A. García

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¿Cómo se describe la esencia en relación con la vida?

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Podemos describirla con una imagen : la esencia es el meollo de un ser.

Como el cogollo de la lechuga, como el corazón sabroso de la alcachofa.

La esencia humana es la manifestación de la persona : todos somos personas, pero cada uno tenemos nuestro "ser", nuestra "esencia", nuestro "meollo" personal : mi vida.

El gran descubrimiento de Tomás de Aquino es la distinción real entre la esencia y el acto de ser.


Debemos además distinguir entre la esencia humana y la esencia del universo.

La esencia humana (la vida de cada hombre) es la manifestación libre de la persona humana. Su "disponer".

La vida humana (la esencia humana) es dual : vida recibida de nuestros padres y vida añadida, libremente, por cada persona humana.

La esencia del universo o esencia extramental es un despliegue del acto de ser del universo, que Polo llama "persistir".

El orden del universo rige el aparecer de la vida que podemos llamar biológica (que es la vida que transmiten los progenitores).

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¿Por qué llama Polo "disponer" a la esencia humana?

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Para distinguirla de la esencia del universo.

En efecto, la esencia del universo es la tetracausalidad, que depende del ser del universo, que no es libre, es un ser sencillo.

La esencia humana, no depende del acto de ser del universo, sino del acto de ser personal. La persona es libre y libremente "dispone" según su esencia.


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¿Qué tiene que ver la esencia humana con la esencia del universo?

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La esencia humana es independiente de la esencia del universo, aunque está en contacto con ella a través del cuerpo.

Lo que sí debemos decir es que la esencia humana se ejerce respecto del universo.

Es la persona la que dispone del universo, elevándolo a ser un mundo.

Y ese disponer, ese ejercicio, es la esencia humana. Es lo que cada hombre aporta a la creación.

La persona humana le da al universo unas perfecciones que éste no pude darse. El hombre es el perfeccionador que se perfecciona o perfeccionador perfectible.

Al perfeccionar el mundo, ejerce su esencia, la hace crecer.

La esencia humana es el autoperfeccionamiento que se consigue al perfeccionar el mundo (nótese el valor del trabajo).


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¿Es lo mismo el despliegue del universo que el autoperfeccionamiento del hombre?

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Las naturalezas intracósmicas no se dotan de su propio perfeccionamiento, que depende de la causa final.

En el caso del hombre no es así. La naturaleza del hombre se premia a sí misma.
Esa alternativa de adquirir virtudes o vicios presupone la libertad.
(porque puedo ser todas las cosas, porque soy radicalmente libere, debo autodeterminarme).
El ser personal es libertad (está abierto por dentro).

Para que una naturaleza sea capaz de "esencialización" (que es el autoperfeccionamiento) tiene que estar dotada de libertad.

En efecto, la esencia del universo no se mejora porque un elefante sea amaestrado. Eso ya está previsto por la causa final, por el orden del universo.

Sin embargo, la esencia del hombre se perfecciona cuando esencializa el mundo, trabajando por amor.


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¿Se autoperfecciona el universo?

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No.

El universo en cuanto tal no actúa, sino que actúan los entes intracósmicos que, en verdad, no se perfeccionan, sino que la perfección les viene por el ordenamiento de la causa final.

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