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¿Qué es esencializar?

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Esencializar es, para el hombre, incorporar a la propia vida. Con otras palabras: hacer crecer su esencia añadiéndole nuevas dimensiones.
 
Es, en definitiva, el crecimiento de la persona humana en su dimensión esencial, crecimiento de su vida. Nunca se separa la persona de su manifestación, que es esencial.
 
Crecimiento de su manifestarse, de su disponer, de su iluminar, de su aportar.
 
Cada persona humana es un coexistente libre. Coexistencia.
 
Cada Coexistencia, cada persona, coexiste hacia adentro y hacia afuera.
Polo habla de los tipos de coexistencia.
 
Abrirse hacia adentro a Dios.
Abrirse hacia afuera (haciendo del universo físico su mundo y coexistiendo con las manifestaciones de las demás personas)
 
Cada persona es un tipo distinto (de acuerdo con sus aperturas hacia adentro y hacia afuera).
 
Esencializar es abrirse hacia afuera, interiorizar el mundo y las demás personas.
 
El hombre esencializa (se autoperfecciona) de acuerdo con su tipo.
 
Los tipos son modalizaciones de la especie. Cada persona humana es un tipo de la especie humana.
No hay dos hombres iguales. Cada hombre, cada mujer es un tipo distinto.
Cada persona humana se autodetermina según lo que libremente manifiesta, dispone, ilumina y aporta.
 
Desde la concepción, la persona esencializa (no voluntariamente, claro) su cuerpo pues “se manifiesta” en ese cuerpo que es el suyo, aunque no lo haga todavía libremente.
 
La naturaleza humana es esencializada por Dios (elevada a ser esencia humana), en el momento de la creación de cada persona: ya no es una sencilla naturaleza física sino la naturaleza (esencia) de una persona humana concreta, que Dios ha creado en esa naturaleza.
 
Libremente, la persona ira autoperfeccionándose, en la medida en que incorpora esencialmente a Dios, a los demás y a su mundo, creciendo, añadiendo y añadiéndose.


¿Es el crecimiento una noción unívoca?

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No.

Aunque decimos, por ejemplo, que un pantano crece, propiamente no "crece" aunque acumule más agua.

Crecen los seres vivos. Y no crecen de la misma manera.

El crecimiento de las plantas culmina en la sencillez de la vida vegetativa, como cuando el césped cubre la explanada.

El crecimiento animal culmina en el crecimiento del cerebro, con la aparición de las neuronas libres que permiten el conocimiento sensible.

El crecimiento orgánico del hombre culmina cuando la imaginación, que es facultad con base orgánica, ya no crece más.

El crecimiento habitual libre del hombre, sin embargo, es irrestricto. Las facultades espirituales, la inteligencia y la voluntad, que dependen de la libertad, siempre pueden crecer más.

Las facultades espirituales son principios, pero no son principios fijos, sino que mejoran o empeoran. Y la mejora es un crecimiento que Polo llama hiperformalización.


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¿Qué elementos necesita la esencia humana para crecer?

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Tres elementos : coherencia, discursividad y profundidad.

Polo describe los tres elementos, (tres dualidades) al solucionar el trilema de Münchhausen.

El conocido trilema del barón que no puede atravesar el lago, al no hacer pie, al no saber nadar y al no poder sostenerse por el cabello, es solucionado si el hombre hace pie (profundidad), sabe nadar (discursividad) y todo el sistema se sostiene (coherencia).

La coherencia no es otra cosa que la característica de las dualidades humanas que consiste en que el miembro inferior depende del superior. (A fin de cuentas dependemos de Dios). Este elemento nos servirá para explicar que crecemos de dos en dos : mandando y obedeciendo.

La discursividad, el saber nadar, consiste en avanzar todos juntos, de modo sistémico. Nada puede dejarse de lado.

La profundidad o asentamiento radical es el hacer pie. No es otra cosa que el honor y la piedad que resultan de saberse hijos.


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