Mostrando entradas con la etiqueta 08.05.00 el dolor. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta 08.05.00 el dolor. Mostrar todas las entradas

¿Es el tema de la fe lo absolutamente Otro?

.


Ratzinger en Introducción al cristianismo dice que a veces se objeta a la fe de tratar un tema que no nos interesa : lo "absolutamente Otro".

Sobre todo se le objeta que se quiera poner el sufrimiento en Dios. Esto es tan incomprensible que habría que encontrarle un sentido. De ahí que proponen la desmitologización o la secularización o l'aggiornamento.

Ratzinger dirá que la fe no tiene como tema lo absolutamente Otro, sino Dios hombre.

Dios se ha acercado tanto a nosotros que hemos podido matarlo. De ahí que algunos piensen que hubiera sido mejor un Dios que se quede en su eternidad y que no sufra, haciéndonos sufrir.

La encarnación parece excesiva.
El sufrimiento es de tal modo irracional, de significación tan indemostrable, que se rechaza en el Amor. Sólo se entiende como castigo.

Las causas de este rechazo del sufrimiento-Amor son:

el racionalismo, que identifica Logos con matemáticas.

el historicismo, que identifica Logos con los hechos. Verum quia factum. No se dan cuenta de que lo verdadero no es lo que ha sucedido, sino lo que sucederá. La historia es una situación y no lo definitivo.
El que da excesiva importancia a la historia piensa en el progreso como resultado. Y repugna del sufrimiento como manifestación de Amor.

el tecnicismo, que identifica el Logos con lo que se puede hacer. Verum quia faciendum. Dios no puede "hacer" el sufrimiento, dicen.

Ratzinger dice que hay que volver al verum de los escolásticos verum quia ens.
Lo que pasa es que ese ser hay que entenderlo como actividad amorosa y libre. No es el ser "pensado" sino el que se desvela.

La fe no es ni historia (pasado) ni política (progreso). La fe es comprender cada vez más.

La fe es un permanecer en Dios, filiación en el Hijo, que es la novedad permanente. Lo absolutamente Otro, no como diferencia, sino como novedosa distinción. Dádiva.
.

¿Puede usted resumir lo que es el dolor?

 

El dolor nace en la sensibilidad, ante la privación de un bien que tiene que ver con la vida y sus funciones.

Cuando afecta a la persona de un modo grave e irremediable, aparece como incomprensible e insuperable.

Hegel pone el significado del dolor en la negatividad del espíritu. El dolor surge del carácter dialéctico del ser y así está instalado en Dios.

Leonardo Polo sostiene la ininteligibilidad del sufrimiento humano. La persona no sólo sufre, sino que su existencia misma es dolorosa. Su última raíz es el pecado.

Lo único que da sentido al sufrimiento humano es la Pasión de Cristo, en la que el dolor y el mal voluntario son vencidos por el amor.

 

 

Así resume su artículo Juan José Sanguineti : “El sentido del dolor según Leonardo Polo”. Publicado en “Studia Poliana”, 2022 (24), pp. 65-83.

¿Cuándo se siente positivamente la vida?

 

La vida es sentida positivamente con el placer y la felicidad.

Y se siente negativamente con el dolor y el sufrimiento.

 

Estos sentimientos son como un termómetro del crecimiento o decrecimiento de la vida.

¿Qué es el dolor?

.


El dolor es la ausencia “vivida” del bien.

El sufrimiento es la ausencia de sentido abierta ante el ser humano.

El sufrimiento es lo oscuro que aparece ante la persona.
El sufrimiento es lo oscuro que aparece ante la apertura que la persona es.

El sufrimiento es un vacío ante el que la capacidad dialógica humana no encuentra ninguna palabra.

El sufrimiento es el enigma por antonomasia.



Hablamos del mal en la etiqueta 6.2.10
.

¿Qué es el mal?

.
El mal es encontrarse ante la "nada".
Es lo que se suele llamar un "sinsentido".
De pronto aparece ante nosotros un indescifrable.
La nada como aquello que carece de sentido.

Pues bien, eso es el dolor, eso es el sufrimiento: la experiencia del mal.

Sufrir no tiene sentido.
Duele una muela.








De esto habla Polo en su artículo "Tres dimensiones de la Antropología", aparecido en Studia Poliana, 13, (2011), p. 28.2.

Para saber más.
Sobre el mal:………………….Etiqueta 6.2.10
Sobre el dolor:…………….…Etiqueta 8.5.0
Sobre la muerte:……………..Etiqueta 10.0.0
Sobre la experiencia:…….…Etiqueta 2.2.1
Sobre la nada:………………..Etiqueta 1.5.1 (Ver la página Distinción. Nada. Creación, en lo alto de este blog).

 .

¿Vive Dios de espaldas al mal?

.
Hay gente que vuelve la espalda al mal. Pasan de largo. Ingenuos optimistas.

¿Males? Nada.

Otros inventan antropologías terapéuticas.
La de Habermas lo es. La de Freud también.

Sufrir no tiene sentido porque el sufrir aparece como el sinsentido. No quiere decir nada. Salvo que alguien le dote de sentido.

Esto corresponde al Omnipotente. Si al dolor se le dota de sentido (Amor), entonces el drama terrible del mal es vencido.

Dios transforma la muerte en don.
Desciende a la arena para invitarnos a otorgar a la muerte su sentido donal.

A lo largo de la historia los pensadores dejan de lado el tema del dolor.

Dios lo remedia.





De esto habla Polo en su artículo "Tres dimensiones de la Antropología", aparecido en Studia Poliana, 13, (2011), p. 28.3.

Para saber más.
Sobre el mal:………………..….Etiqueta 6.2.10
Sobre el dolor:……….….….…Etiqueta 8.5.0
Sobre la muerte:……………..Etiqueta 10.0.0
Sobre Dios:………………….…..Etiqueta 1.0.1
Sobre la Antropología……….Etiqueta 5.1.0


.

¿Es el nirvana una solución al dolor?

.
El dolor provoca toda una serie de antropologías trágicas.
El nihilismo es una reacción al dolor insoportable.
Existe el mal. Luego "nada".

Si somos seres dolientes, aquejados, entonces somos unos desgraciados.

¿Para qué "tener" si todo termina en sufrir?

Buda es otro aterrorizado por el drama.
Por eso se abre a la indiferencia total, el nirvana; ésa es su solución: la nada.





De esto habla Polo en su artículo "Tres dimensiones de la Antropología", aparecido en Studia Poliana, 13, (2011), p. 29.2.

Para saber más.
Sobre el mal:………………….Etiqueta 6.2.10
Sobre el dolor:…………….…Etiqueta 8.5.0
Sobre la Antropología……….Etiqueta 5.1.0

Sobre la nada:………………..Etiqueta 1.5.1 (en construcción)
.

¿Qué justifica una antropología teándrica?

.
La respuesta al mal.

El dolor es un sinsentido que provoca las antropologías trágicas existencialistas y nihilistas.

La pregunta sobre el hombre entra en crisis ante el drama del sufrimiento.
Sólo una nueva dimensión del ser hombre puede superar la tragedia.

Filosóficamente sólo un Dios-hombre, sólo una nueva vida dará valor a nuestro "tener".

A esa antropología Polo la llama a veces "antropología teándrica".
No basta que el hombre sea capaz de tener y crecer.
El hombre es también capaz de dar.

Es capaz de dar sentido a su dolor, pues el dolor en Dios es Misericordia y en nosotros dolor de Amor.






De esto habla Polo en su artículo "Tres dimensiones de la Antropología", aparecido en Studia Poliana, 13, (2011), p. 29.3.

Para saber más.
Sobre el mal:……………….…..….Etiqueta 6.2.10
Sobre el dolor:………………....…Etiqueta 8.5.0
Sobre la Antropología……….….Etiqueta 5.1.0
Sobre la Filosofía cristiana:….Etiqueta 7.8.0
Sobre el "tener":……………....…Etiqueta 1.9.1

Sobre el "dar":…………………....Etiqueta 1.0.2
.

¿Debe el hombre luchar contra el dolor?

.
El dolor animal juega un papel central en la supervivencia de las especies y de cada animal.

Se explica dentro la física de causas y es un deber moral el evitarlo o encauzarlo según el orden del universo (según la causa final, en expresión de Jorge Mario Posada).

El dolor humano es en último término irracional. ¿Cómo encauzarlo?

El conocimiento sapiencial aborda el tema del dolor: los mitos.
Platón, al envejecer, amaba cada vez más los mitos.

El cristianismo revela el sentido del dolor. Juan Pablo II lo explica en su carta Salvifici doloris.


.

¿Debe el hombre luchar contra el dolor?


El dolor animal juega un papel central en la supervivencia de las especies.

Se explica dentro la física de causas y es un deber moral el evitarlo o encauzarlo según el orden del universo (según la causa final, en expresión de Jorge Mario Posada).

El dolor humano es en último término irracional.

Sin embargo, el conocimiento sapiencial aborda el tema del dolor : los mitos.

Platón, al envejecer, amaba cada vez más los mitos.

El cristianismo revela el sentido del dolor. Juan Pablo II lo explica en su carta Salvifici doloris.


.