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Trascendencia y Transcendencia



La trascendencia es la radicalidad del ser creado.

Lo trascendental en la persona humana es lo radical en ella, su acto de ser y los trascendentales personales.

Lo trascendental en el universo físico es el ser del universo y los trascendentales metafísicos.

 

Lo "trascendente" es lo que está más allá del ser creado.

Lo trascendente es más allá de lo radical.

La Trinidad es trascendente.

La persona humana, desde la llamada inicial de Dios, se abre en cuatro aperturas trascendentes.

A saber : humildad nativa; esperanza nativa; fe nativa y caridad nativa.

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¿Cómo presenta Salvador Piá la apertura transcendente o llamada inicial?

 .

Atención : Piá habla de apertura transcendente, poniendo una "n". Nosotros llamaremos a esas aperturas "trascendentes", sin "n".
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En “El hombre como ser dual”, concretamente, en la Síntesis conclusiva, n. 41, Piá habla de la llamada inicial. 
Y describe así la apertura transcendente:
 
La apertura transcendente de la persona humana hacia Dios estrictamente considerada equivale al modo en que inicialmente es transcendida la intimidad personal humana por Dios: esta apertura también recibe el nombre de auto-transcendimiento de la intimidad personal o llamada inicial.
 
La razón es ésta : es imposible para el hombre abrirse a Dios desde el hombre (auto-trascenderse desde sí), ; por eso es Dios quien abre al hombre a Dios desde Dios, o sea, es Dios quien transciende inicialmente a todo hombre.
 
La apertura transcendente de la persona humana hacia el Origen no puede ser activada desde un acto de ser creado, pues el ser Originario transciende por completo y en todos los órdenes al ser dual.
 
En definitiva, desde cualquier actividad ex nihilo el Origen es inaccesible (ya que es Originario).

Nosotros hablaremos de apertura "trascendente", quitando la "n".


¿Qué implica el hecho de que la intimidad humana esté orientada de suyo hacia el auto-trascendimiento?

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La orientación hacia la trascendencia divina implica la elevación de los 4 radicales.
Dios es un tema que se busca.
La co-existencia orienta la transparencia intelectual y la estructura donal hacia la búsqueda.

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¿Qué significa "apertura"?

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"Apertura", referida al ser, significa ser "inagotable". No inagotable en el sentido de que no deje de moverse o infatigable. Sino en el sentido de ser fuente inacabable de novedades.

El ser personal, se distingue del ser del universo, entre otras cosas porque es un ser
 abierto. No se agota.
El ser del universo, sin embargo, se agota en ser lo que es. Aunque se mueva como un caleidoscopio, las figuras de colores que se forman no son infinitas, en un momento dado comenzarán a repetirse: se acabó lo que se daba.

La persona, al ser libre, siempre puede ser más, recibir más, dar más. Si la dejan y quiere.

El
 ser personal es "insistente", abierto por dentro, complejo, 
mientras que el
 ser del universo es "persistente" o sencillo.

La persona humana es compleja, especialmente desde su intimidad. La persona humana está abierta por dentro.

Si queremos hacer una antropología verdaderamente trascendental, debemos estudiar las distintas aperturas del ser personal.

Veamos pues esas seis aperturas del ser personal que he propuesto en este blog:

0. Apertura trascendente (etiqueta 5.13.0)

1. La apertura interior (etiqueta 5.11.0)

2. La apertura hacia adentro (etiqueta 5.11.4)

 La persona busca la aceptación de Dios, su destino.

La persona humana busca saber quién es (Intelecto  personal) y quién la aceptará (Amar donal).

 

3 y 4. La apertura hacia afuera. (etiqueta 5.12.0)

Con dos dimensiones que llamaremos

3. apertura "exterior(etiqueta 5.12.1) y

4. apertura "manifestativa" o inherente(etiqueta 5.12.5)


5. Apertura esencial. La esencia dual (etiqueta 5.12.6)

A ellas tendremos que añadir nuestra glorificacion en el Cielo.

7. el destino humano o encuentro futuro y pleno con Dios que transciende la apertura transcendente. Lo estudiaremos en la etiqueta 5.18.0.

En el encuentro con Dios la persona debe convertirse. La glorificación es un encuentro interpersonal en Dios.



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¿Qué es la apertura trascendente?

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Es el fruto de la llamada inicial.

Se llama también apertura hacia Dios o co-existencia en Dios.

La llamada inicial la estudiamos en la etiqueta 5.15.0 y también se puede considerar y denominar segunda creación.

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¿Cuántas dimensiones tiene la apertura transcendente?

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La apertura trascendente tiene cuatro dimensiones:

1. la gracia personal inicial originaria, humildad o abajamiento primero;
2. la esperanza, amanecer o alianza primera;
3. la fe, alumbramiento o luz primera;
4. la caridad o arrullo.

El primer abajamiento o humildad trascendente, equivale a la verdad del co-existir personal. La humildad es la verdad.

El amanecer de la persona equivale al destinarse de la libertad.

El alumbramiento equivale a la búsqueda intelectual del destino personal.

El primer arrullo equivale a la búsqueda amorosa del encuentro con Dios.

Aunque utilicemos el mismo nombre, no deben confundirse la humildad, la esperanza, la fe y la caridad de las que aquí hablamos, aperturas trascendentes,  con las virtudes a nivel esencial, y tampoco con las virtudes sobrenaturales de las que habla la teología.

Asímismo no se ha de confundir la originaria gracia personal inicial (el primer abajamiento) con la gracia santificante de la teología.

Para mejor entendernos hablaremos de virtudes teologales (fe esperanza, caridad, gracia santificante) y aperturas "iniciales" (humildad o gracia inicial, fe, esperanza y caridad iniciales).




Lasvirtudes infusas teologales las estudiaremos en la etiqueta 12.8.0 y también en la etiqueta 5.16.2, en tanto que "nueva" creación.
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¿Qué es el autotrascendimiento?

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Frente a la visión pagana del hombre que lo presenta como alguien que busca autorealizarse, es decir, frente a la “pretensión de sí”, Polo habla de autotrascendencia.

 En lugar de autorealizarnos, nos autotrascendemos, es decir, dependemos libremente de Dios.

 A algunos no les gusta el auto- ; pero si se explica bien, me parece que se puede entender como “respuesta” del hombre a Dios.

En lugar de autorealización, autotrascendimiento.

 

Me he decidido a utilizar el término “autotrascendimiento” (sin n) porque es así como Ignacio Falgueras lo llama atendiendo sobre todo a la luz, el autotrascendimiento en transparencia, el siempre poder entender más o futuro inagotable.

 Polo en su libro póstumo p.71, 2 también utiliza autotrascendimiento sin n.

 

Intentaré explicar la distinción entre ambos.

 Llamo autotrascendencia  a la respuesta de la persona humana a Dios, que va más allá de su trascendencia para alcanzar lo tracendente que es Dios (la trascendencia es lo radical en la persona humana, es decir, los trascendentales personales- lo trascendente es Dios).

La autotrascendencia es la respuesta a la llamada inicial.

No autorealizarse sino autotrascenderse hacia Dios.

 

¿Y qué es la autotrascendencia?

Me atrevo a decir que es el autotrascendimiento eterno.

 

Para entenderlo tenemos que aceptar la propuesta de Salvador Piá sobre las aperturas trascendentes.

 

La apertura trascendente de la persona humana hacia Dios, estrictamente considerada, según Piá, equivale al modo en que inicialmente es trascendida la intimidad personal humana por Dios : esta apertura también recibe el nombre de auto-trascendimiento de la intimidad personal o llamada inicial.

Las aperturas trascendentes no son lo mismo que las trascendentales.

Lo trascendental en la persona humana es lo radical. (Es decir, repito), los trascendentales personales.

Lo trascendente es más allá de lo radical.


Las aperturas trascendentes son llamadas de Dios que nos comunica, en el tiempo humano, su vida íntima.

No son la gracia santificante, pues la santificante nos comunica su vida eterna, lo que seremos en el Cielo, como una anticipación.

 

Inspirándome en Juan A. García que dice que la persona es el ser que sabe de sí, yo diría que el autotrascendimiento es un saber más de sí.

 

Y el autotrascendimiento eterno, o vida eterna, es la aceptación de nuestra glorificación.

¿Cuál es el axioma central de la antropología?

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El axioma central de la antropología establece que "para el hombre, ser creado equivale a ser dual".

Ahora bien, el sentido "último" creado de la dualidad humana no se corresponde con su propia intimidad, sino con la auto-trascendencia de su intimidad personal.

Trascendentalmente estamos orientados "hacia" el Origen.

La libertad trascendental que caracteriza a la persona humana se formula como "orientación".




Juan A. García González opina que la antropología no debe axiomatizarse, porque la libertad es superior a la necesidad.

Sin embargo, el axioma antropológico que proponemos no implica necesidad, sino inspiración. El modo de escapar a los límites de nuestra soledad es la dualidad.





Así habla Salvador Piá en "El hombre como ser dual" p. 368.2
En la etiqueta 1.0.2 hablamos del auto-trascendimiento.
Y en la 5.13.0 de la apertura trascendental.

Hablamos de la axiomática en la etiqueta 2.1.0
La Antropología es tratada en la etiqueta 5.1.0


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¿Cómo se ve la imagen de Dios en el hombre?

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Para encontrar a Dios, el hombre no debe ir hacia

 fuera, sino hacia adentro.

Dios es más íntimo al hombre que su intimidad.

Sin embargo, para abrirse trascendentalmente la

 persona humana debe hacer pie en el mundo, en su

 mundo (no olvidemos que “mundo” es la

 esencialización del universo físico).


Es haciendo pie como abandonamos el límite en sus

cuatro dimensiones.

Mirando a nuestros “semejantes” sabemos que ellos,

 como yo, podemos abrirnos trascendentalmente al

Creador y podemos ver, con ellos, la imagen de Dios.

El amar personal se abre trascendentalmente al

Espíritu Santo por el arrullo de la caridad.

El inteligir personal se abre trascendentalmente al

Hijo por el alumbramiento de la fe.

La libertad trascendente se abre trascendentalmente

al Padre por el amanecer de la esperanza.

Y el co-ser se abre trascendentalmente a María por la humildad trascendente.
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¿Es la apertura íntima, la última dualidad humana?

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No.

La apertura íntima no es la última dualidad humana.

La apertura íntima, aún se dualiza con otra apertura

aún más íntima.

Polo la denomina apertura trascendente por abrir

el ser humano más allá de su propia intimidad.

Y eso, gracias a la "llamada inicial" (que denominamos

"gracia primera").

La apertura trascendente es más íntima a la persona que su propia intimidad. Es una apertura que trasciende la intimidad humana profundizando en ella.

No es una apertura hacia afuera, que es inferior a la

apertura íntima.

Es abrirse "hacia" el Origen al responder a su llamada.

Es una apertura superior, más íntima que la intimidad.



Y al estar abierta, al abrirse desde el inicio, la persona

humana podrá "saberse" dual. 

Puede reconocerse dual en su interior, pues se dualiza

hacia Dios, "si quiere".

Ese "querer" apunta a un desdoblamiento inherente a

la persona humana. El desdoblamiento del quién que

somos con nuestra manifestación o "esencia humana".

Quizá necesiten ustedes recordar cómo Polo ha

formulado las dualidades en la intimidad del ser 

personal.

La apertura interior de la persona humana no es otra cosa que la dualidad intrínseca del acto de ser personal.
 Los cuatro trascendentales personales se convierten

 entre sí y conforman lo que es la Intimidad de la

 persona. 

Sin embargo, en la apertura interior rigen el primero

 (Co-ser) y el segundo (Libertad). Co-existencia libre.


 La apertura hacia adentro es la dualidad íntima
 de 

la criatura humana que busca a su Creador. No es otra

 cosa que la profundidad de la persona.



En esta apertura rigen el inteligir y el amar personal.



Adam Solomiewicz propone una dualidad aún más

radical: nacer-destinarse. 

Que podemos formular como un nacer-destinándo.se

Pues bien, tanto la dualidad radical como la doble

 apertura íntima no son la última dualidad humana.


Gracias a la "llamada inicial" la apertura íntima se abre

más allá de su intimidad, hacia Dios.

Es la apertura trascendente.



Y no olvidemos el "querer". La intimidad lleva

inherentemente otra apertura: su manifestación

esencial. Llamaremos apertura inherente a la

dualidad "acto de ser personal" – "esencia humana".

Comprendan bien que desde el nivel más bajo de

 nuestra "vida" (de nuestro disponer) está presente la

llamada inicial de Dios.


Porque somos en Dios, vivimos humanamente, si queremos.






¿Existe una apertura más íntima que la intimidad?

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Sí.
Existe una apertura más íntima que que mi intimidad.
La Intimidad (considerada como el conjunto de las dualidades de los cuatro radicales personales), se dualiza gracias a una apertura todavía más íntima.
Piá la denomina apertura trascendente por abrir el ser humano más allá de su propia intimidad.

La apertura trascendente es más íntima a la persona que su propia intimidad. Es una apertura que trasciende la intimidad humana profundizando en ella.

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