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¿Qué es la apertura hacia afuera?

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La persona humana, para que su ser sea aceptado por Dios, debe otorgarle su don, que no posee en su interior.
De ahí que deba abrirse hacia afuera,  hacia el universo físico y hacia las demás personas, para constituir ese don.
 
Esta apertura hacia afuera (generosidad hacia el mundo y docilidad manifestativa de la persona) es continuación del ser personal, del mismo modo que la apertura hacia adentro o profundidad de la persona es otra continuación.
 
La apertura hacia afuera  tiene dos dimensiones:
 
-Una es la apertura de la persona humana directamente hacia el ser del universo (que también podemos llamar apertura exterior). Es la generosidad de la persona.
 
-Otra, a través de la esencia de la persona, (gracias a la sindéresis), es la apertura hacia la esencia del universo y hacia las esencias de otras personas humanas. La llamaremos apertura inherente. Es la docilidad de la persona.


Pueden ustedes saber más sobre las Aperturas yendo a la página de este blog "Aperturas"

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¿Por qué hablamos de apertura "inherente"?

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Porque la persona humana, gracias a su hábito nativo de sindéresis, se abre "inherentemente", manifestándose.
 
El yo es el ápice de sus manifestaciones y disposiciones.
 
La apertura hacia afuera tiene dos dimensiones:
-la generosidad de la persona o apertura exterior  
-la docilidad de la persona o apertura inherente




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¿A qué llama Polo "docilidad" de la persona?



Agradezco a Juan A. García Gonzáles su comentario, que me permite afinar la noción de docilidad. 

La persona es dócil porque se abre inherentemente al mundo, al propio cuerpo, para constituir su don con el que busca destinarse a Dios. 

El intelecto personal se desdobla gracias a la sindéresis. Que es una voz interior, que le impele a obrar: ¡haz el bien!, ¡lo tuyo es obrar! 

El yo (hábito de sindéresis) impele: lo tuyo es actuar. De ahí nace, trascendentalmente, nuestro sentido del deber. La persona, desde el ápice de su yo es siempre "dócil", se abre inherentemente, irremediablemente, para responder al amar de Dios. Hélas!, nuestra mala sombra nubla el noble impulso y metemos la pata.

Ligero apunte a lo que Juan A. García González dice en : Existencia personal y libertad. Anuario filosófico nº 95. 2009, p. 347-349 .

¿Cómo ilumina la persona el “vehicular” de su vida?

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La persona vehicula su dar trascendental constituyendo el don esencial y ofreciéndolo a Dios.
 
E ilumina ese “vehicular” a través de los hábitos innatos de su intelecto personal.

Profundidad. Generosidad. Docilidad

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Profundidad de la persona.
La apertura interior de la persona humana (co-existencia – libertad) se abre hacia adentro, gracias al hábito de sabiduría.
 
Generosidad de la persona
La apertura interior de la persona humana (co-existencia – libertad) se abre hacia el exterior, gracias al hábito de los primeros principios.
 
Docilidad de la persona
La apertura interior de la persona humana (co-existencia – libertad) se manifiesta hacia afuera, gracias al hábito de sindéresis.