5.13.3 fe
5.13.3 misterio
12.8.1 fe sobrenatural
Propongo hacer preguntas a don Leonardo Polo e intentar responder.
.
Frente a la visión pagana del hombre que lo presenta como alguien
que busca autorealizarse, es decir, frente a la “pretensión de sí”, Polo habla
de autotrascendencia.
En lugar de autorealización, autotrascendimiento.
Me he
decidido a utilizar el término “autotrascendimiento” (sin n) porque es así como
Ignacio Falgueras lo llama atendiendo sobre todo a la luz, el
autotrascendimiento en transparencia, el siempre poder entender más o futuro
inagotable.
Polo en su libro póstumo p.71, 2 también utiliza autotrascendimiento sin n.
Intentaré
explicar la distinción entre ambos.
Llamo autotrascendencia a la respuesta de la persona humana a Dios, que va más allá de su trascendencia para alcanzar lo tracendente que es Dios (la trascendencia es lo radical en la persona humana, es decir, los trascendentales personales- lo trascendente es Dios).
La autotrascendencia es la
respuesta a la llamada inicial.
No
autorealizarse sino autotrascenderse hacia Dios.
¿Y qué
es la autotrascendencia?
Me
atrevo a decir que es el autotrascendimiento eterno.
Para
entenderlo tenemos que aceptar la propuesta de Salvador Piá sobre las aperturas trascendentes.
La apertura trascendente de la persona humana hacia Dios, estrictamente considerada, según Piá, equivale al modo en que inicialmente es trascendida la intimidad personal humana por Dios : esta apertura también recibe el nombre de auto-trascendimiento de la intimidad personal o llamada inicial.
Las
aperturas trascendentes no son lo mismo que las trascendentales.
Lo
trascendental en la persona humana es lo radical. (Es decir, repito), los trascendentales personales.
Lo trascendente es más allá de lo radical.
Las aperturas trascendentes son llamadas de Dios que nos comunica, en el tiempo humano, su vida íntima.
No son
la gracia santificante, pues la santificante nos comunica su vida eterna, lo que seremos en el Cielo, como una anticipación.
Inspirándome
en Juan A. García que dice que la persona es el ser que sabe de sí, yo diría
que el autotrascendimiento es un saber más de sí.
Y el
autotrascendimiento eterno, o vida eterna, es la aceptación de nuestra
glorificación.
.
Misterio es iniciativa divina.
El verdadero misterio es una iniciativa divina.
Un misterio es algo escondido que la fe
puede desvelar.
Todos los gestos y acciones de Jesús son
Misterio.
Son los Misterios de la Vida divina.
Polo está convencido de que todas las
dimensiones humanas están abiertas a Dios. (Encierran un misterio).
Las dimensiones humanas se distinguen
jerárquicamente. (Profundizando en ellas podemos llegar a Dios).
Desde cada dimensión se puede alcanzar, subiendo la escalera, algo
distinto de Dios.
Una mirada humana de Jesús es un Misterio.
La autotrascendencia es el intento de
desvelar un misterio.
La autotranscendencia es ver a Dios, cara a
cara. El desvelamiento del Misterio.
.
El autotrascendimiento es una
propuesta filosófica de don Ignacio Falgueras.
Una propuesta que se inscribe dentro del método poliano del abandono del
límite mental.
Es posible abandonar el límite mental y alcanzar los trascendentales, entre
ellos el Inteligir personal. Podemos descubrir que somos
"transparentes", luz transparente.
Pues bien, también es posible trascender nuestro Inteligir y alcanzar
progresivamente la Luz Originaria (y el orden y la jerarquía de lo
trascendente). Noten ustedes los atisbos de la Trinidad de la propuesta.
¿Cómo se trasciende el Inteligir personal?
Falgueras descubre que esa actividad autotrascendedora no es otra cosa que
el "darse", sin perderse ni perder nada. La entrega a Dios.
Autodestinarse.
Autotrascenderse, dice, es
ejercer la actividad trascendedora de nuestra inteligencia incluso por encima
de nuestro propio inteligir.
Ejercemos esa actividad según el modo más alto de nuestro Dar.
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Pienso, sin embargo, que el dar más alto en la persona humana es un
aceptar.
Admito la autotrascendencia, pero la veo como un autotranscenderse, al
aceptar el Don de Dios
Al mismo tiempo, la manifestación de ese aceptar es el don de la vida
humana, que la persona da, en su más alto dar, que coincide con el Dar de
Fagueras, a mi entender.
En definitiva, un Don-don, que se abre al encuentro definitivo con Dios.
.
El entendimiento humano culmina en co-acto de fe,
según el cual se abre sin interrupción, como luz transparente, en búsqueda
inagotable.
Es un acto transparente.
Transparentar no es destacar objetos.
Es un dejar que aparezca el futuro del entender.
No se trata de pensar "algo", o de demostrar
algo.
Es un autotrascendimiento en transparencia:
siempre podré entender más. Futuro inagotable.
(No olviden ustedes que el autotrascendimiento poliano
consiste en el acto supremo del dar).
En suma, la fe personal es el saber lúcido de la
índole irrestricta de nuestra intelección.
Ideas
sacadas del libro de Polo "Epistemología, creación y divinidad".
Capítulo 2, 2. Itinerario de la razón hacia la fe
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12.8.1 fe sobrenatural
.
Mi destino es Dios. Fuente inagotable.
En suma, la fe personal es el saber lúcido de la
índole irrestricta de nuestra intelección.
Ideas
sacadas del libro de Polo "Epistemología, creación y divinidad".
Capítulo 2, 2. Itinerario de la razón hacia la fe
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12.8.1 fe sobrenatural
. Hegel, en su Fenomenología del espíritu, nos hizo ver que el espíritu consiste en "saberse". Estudiamos la sabiduría del e...