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¿Dónde radica la filiación?



La filiación tiene su raíz en el acto de ser personal.

La elevación sobrenatural también.

No es que las otras dimensiones humanas no sean elevadas, pero no son elevaciones “radicales”.

La filiación “radica” en el acto de ser.

 

Para Polo la expresión «el hombre es persona» equivale a «el hombre nace de Dios».

Persona humana e “hijo de Dios” son equivalentes.

 

Persona, tal como muy bien defiende Sellés, es el acto de ser personal. 

¿Dónde buscar la identidad del hombre?

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En la filiación.

El hombre no puede hurtarse de su carácter de ser "generado" (que no es lo mismo que fabricado o emanado).

No puede soslayar su carácter de "generado" o sustituirlo (no olviden que persona creada es relación subsistente dependiendo siempre de su Origen).

Dependencia libre, claro. Ser hijos no es ser cachorros, ni lechugas.

Uno de los fenómenos más notorios de las ideologías modernas es el no querer ser hijo, el considerar la filiación como una deuda intolerable. (Querer ser, como Dios, una relación simplemente subsistente).
Son ideologías desorientadas.

¡Con lo bien que se vive teniendo una estrella!

El hombre siempre es interpelado por la cuestión de su origen. La identidad personal es indisociable de reconocerse hijo.


De esto habla Polo en "Ética". Hacia una versión moderna de los temas clásicos. 2ª edición. Unión Editorial. p. 68.


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¿Cuál es la clave del crecimiento de la persona humana?

 

La clave del crecimiento de la persona humana es la filiación.

 

Somos Hijos.

El carácter filial implica crecer. Y la clave de la filiación es el crecimiento.

 

Educar es ayudar a crecer.

Si cada uno es hijo, hijo en las tres dimensiones (natural, psíquica y personal), necesitamos que nos ayuden a crecer:

los padres, naturalmente;

los maestros, psíquicamente;

Dios, espiritualmente.

 

El profesor Sellés lo explica muy bien en la conferencia siguiente:

https://www.youtube.com/watch?v=7cwYL23_mFk&t=1960s

Tertulia sobre la filiación

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En octubre 2020, el profesor Juan Fernando Sellés animó una tertulia por Zoom sobre la Filiación en Antropología trascendental.
 
Vale la pena seguirla
 
Pueden ustedes seguirla en el enlace siguiente :
https://www.youtube.com/watch?v=kgGUJXKrvQY&t=3686s

¿Por qué el hombre no necesita autorealizarse ?

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El hombre no necesita autorealizarse porque nace de Dios.
Vale ante Dios.
La persona humana es relación, en el orden del Origen.
 
Esto cambia la antropología, pues el valor del hombre ya no depende de sus obras.
El hombre vive para aprender a amar, para aprender a corresponder a Dios.
La persona humana crece hacia su Origen.
 
Es una relación subsistente, pero en el orden del Origen. Depende de Dios, nace de Dios y vive hacia Dios, para jugar en Él.



Juan A. García Gz lo explica así en https://www.youtube.com/watch?v=z3JX3ZEeYRk&t=3465s
Concretamente en el minuto 60.


¿Es secundaria la condición de hijo para el hombre?

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Juan Fernando Sellés recoge una serie de citas de Polo en las que se ve que no es lo mismo la condición de “padre” para un hombre, que la condición de “hijo”.

 

Todas las personas humanas son “hijas” (enfants de Dieu) radicalmente.

Pero no son padres ni madres, radicalmente. Ni esposos ni esposas, radicalmente.

 

“Desde el inicio de su existencia el ser humano ya está vinculado a Dios. Es hijo de manera plena, y por serlo no basta con los padres humanos, hace falta también la intervención divina, que de entrada es creadora. Por eso el hombre es hijo de un modo completo, en cambio no es padre más que por participación; es decir, es padre porque Dios le ha dotado de la capacidad de serlo”. Polo, L., Ayudar a crecer, ed. cit., p. 142.

 

“El Padre por excelencia es Dios, y esa condición de Padre que tiene Dios, porque no es nacido, Origen de todo, no la tiene el hombre. En cambio, el ser humano es creado, y como tal es hijo”. Ibid.

 

“La condición de hijo no es secundaria… Por consiguiente, no es la paternidad humana la primaria, sino la paternidad creadora de Dios. Según esta paternidad, el primer hombre es primordialmente hijo, como se ve en la genealogía de Jesús según San Lucas, que termina en Adán, el cual viene de Dios (Lc. 3, 38)”. Escritos menores (1991-2000), en Obras Completas, Serie A, vol. XVI, Pamplona, Eunsa, 2018, p 162.

 

El texto sigue así:“La paternidad del hombre en su sentido más alto corresponde a Dios. Ello comporta, como es claro, que el hombre no es por completo hijo de sus padres o que no lo es en todas sus dimensiones. En cualquier hombre su propio carácter espiritual no viene de sus padres humanos, sino de Dios… Para precisar mejor el sentido de la consideración del hombre como hijo, se puede añadir que justamente por no proceder enteramente de sus padres, cada persona humana es un novum”. Ibid.

“Esas novedades son las personas humanas… El hombre no es un estadio temporal, un trozo de tiempo, sino hijo de Dios”. La persona humana y su crecimiento, ed. cit., p. 73.


¿Es el hombre radicalmente “hijo”?

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Sí.

“Persona humana” (también los ángeles) e “hijo de Dios” son equivalentes: “hijo” es nombre personal.

 

El hombre es radicalmente hijo.

Pero no es radicalmente padre, ni hermano, ni esposo, ni esposa, ni cualquiera de las demás relaciones familiares humanas.


Muy bien explicado por Juan Fernando Sellés en la tertulia “Filiación como novedad en Filosofía”

Pueden ustedes seguirla en el enlace siguiente :

https://www.youtube.com/watch?v=kgGUJXKrvQY&t=3686s


¿Es el hombre hijo?

 .


Sí.

Para Polo la expresión «el hombre es persona» equivale a «el hombre nace de Dios».

Persona humana e “hijo de Dios” son equivalentes.

 

Muy bien explicado por Juan Fernando Sellés en la tertulia “Filiación como novedad en Filosofía”

Pueden ustedes seguirla en el enlace siguiente : 

https://www.youtube.com/watch?v=kgGUJXKrvQY&t=3686s