¿Crece Dios? El crecimiento originario.
¿Cuáles son las elevaciones trascendentales de la persona humana?
La persona humana, independientemente de su querer, crece, trascendentalmente, hacia su destino, al ir siendo elevada, por Dios, hacia la felicidad (ordo amoris) y Dios lo hace según cinco elevaciones que podemos llamar “trascendentales”, a saber:
Inicialmente, Dios crea cada persona con tres elevaciones que son simultáneas y necesarias, no cesan: la creación, la llamada inicial y la insistencia.
Todas las dimensiones de la persona humana son duales, constan de dos miembros.
En lo más alto, Dios.
Somos un ascensor.
El profesor Juan García llama elevación “creacional” a la relación subsistente, en orden al Origen, que somos cada uno de nosotros.
Pienso que esta elevación “creacional” contiene tres dimensiones: La Creación, la Llamada inicial y la Insistencia en la llamada.
La Creación de la persona humana es la creación de su dualidad radical, su nacer destinándo.se.
Podemos llamarla creación inicial.
Según la propuesta de Adam Solomiewicz, el miembro nativo de la dualidad radical humana es el nacer trascendental y el miembro destinativo de dicha dualidad es el destinarse trascendental.
Un acto de ser personal, radicalmente dual.
Si llamamos creación primera a la creación del universo físico, la creación segunda será la creación de cada persona humana, en tanto que llamada.
Es la llamada del Destino.
La llamada inicial es el modo peculiar como Dios crea cada persona humana. Dios la crea, "llamándola".
La persona habita el universo físico convirtiéndolo en su “mundo”.
El panorama se amplía así, en el ascensor acristalado gracias a esas cuatro aperturas trascendentes, que son infusas y naturales.
Es la elevación propiamente dicha.
Dios mantiene insistentemente la llamada (es un diálogo creador), para que el hombre aporte su don.
Insistencia que permite comprender la condición temporal de la vida.
Insistencia en la llamada.
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Debemos explicar ahora otras dos elevaciones que no tenemos de entrada: la santificación y la glorificación.
¿Cómo es creciente el acto de ser de la persona humana?
.
Silvia Martino ha tenido la
amabilidad de enviarme la respuesta de nuestro profesor Juanfer Sellés en el
coloquio de las Jornadas Universitarias sobre Leonardo Polo de este año 2023.
Deja muy claro que el acto de ser
personal es constitutivamente creciente.
Si nos limitamos a “pensar” el acto
de ser, lo detenemos y ya no le conocemos realmente.
Cada uno somos crecientes hacia
Dios.
Cada uno somos únicos hacia Dios.
Dios eleva a la persona sin cesar,
la abre a su Intimidad, para que entremos en ella siempre además.
¿Cuál es la clave del crecimiento de la persona humana?
La clave
del crecimiento de la persona humana es la filiación.
Somos
Hijos.
El carácter
filial implica crecer. Y la clave de la filiación es el crecimiento.
Educar es
ayudar a crecer.
Si cada uno
es hijo, hijo en las tres dimensiones (natural, psíquica y personal),
necesitamos que nos ayuden a crecer:
los padres,
naturalmente;
los
maestros, psíquicamente;
Dios,
espiritualmente.
El profesor
Sellés lo explica muy bien en la conferencia siguiente:
¿Para qué nos sirven las aperturas "hacia fuera" que Polo denomina "tipos" de co-existencia?
La aperturas hacia fuera nos sirven para crecer. Vivir
es crecer.
Polo llama tipos
de "co-existencia", a la co-existencia de la persona humana
"hacia fuera".
Otra cosa es la co-existencia "íntima" o
trascendental. Es decir el acto de ser personal.
Cada persona es un “tipo” único, distinto.
La persona humana está, de entrada, abierta por
dentro. La intimidad de la persona es su carácter de apertura. Es, en primer
lugar, apertura “interior”, que se
trueca en búsqueda al no encontrar réplica a la que acompañar en su interior.
Es la búsqueda de Quién me dirá quién soy.
Esta búsqueda la llamamos apertura "hacia adentro" y al carecer
de término, pues seguimos sin tener "réplica" en nuestro
interior, deviene apertura trascendente
o transcendental, apertura
hacia Dios, hacia el Verbo en el que se encuentra la "réplica"
irrestricta de cada persona humana.
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Sin embargo, ahora no nos referimos a ese “tipo” único
que somos cada uno de nosotros.
Ahora nos referimos a la co-existencia "hacia fuera", que no es,
como acabamos de decir, la apertura trascendental íntima de la persona (del
co-ser que somos y seremos), sino la que proviene del abrirse hacia los semejantes y del abrirse hacia el universo material.
El "fuera" no es Dios (Dios es más íntimo
que nuestra intimidad), el "fuera" es doble: el universo material y
los semejantes.
Polo utiliza para esta co-existencia "hacia
fuera" la denominación "tipos"
de "co-existencia".
Primer tipo : la co-existencia "hacia el
exterior" con el acto de ser del universo material, que consiste en el
ejercicio del hábito de los primeros principios reales, pues gracias al
hábito de los primeros principios podemos abrirnos a esos primeros principios
reales, que son: el acto de ser del universo físico o persistencia, Dios como
principio de Identidad, y la causalidad trascendental.
Polo llama "generosidad" de la persona, al
ejercicio de este hábito, pues con él, la persona humana "deja ser" a
los primeros principios.
Segundo tipo : la coexistencia “manifestativa o inherente”, con las demás personas, a través de su esencia (que manifiesta,
dispone, ilumina y aporta).
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Gracias a estas apertura hacia fuera, gracias a los tipos
de co-existencia, la persona humana puede hacer crecer su esencia, su vida (la vida humana es la esencia de cada
persona).
En efecto, al co-existir con sus semejantes y con el
acto de ser del universo material, el hombre puede abrir su esencia (su vida) a
la esencia del universo y a las esencias de los demás: es el ámbito de las praxis técnico productiva y praxis ética respectivamente.
Vean ustedes cómo gracias a estas aperturas
"hacia fuera", nos abrimos al cosmos (se esclarece así el sentido del
trabajo y de la cultura) y nos abrimos a otras esencias humanas (se esclarece
así la dimensión histórica y social del hombre).
El hombre es el
perfeccionador perfectible en los dos ámbitos, pues están vinculados: el
ámbito de la praxis técnico-productiva y el ámbito de la praxis ética.
Fruto de estas aperturas "hacia fuera" es el
crecimiento de nuestra vida. El crecimiento del don que ofreceremos a Dios.
Ojalá lo reciba y nos diga: servidor bueno…
De
esto habla Polo en Antropología Trascendental I, p. 206, 4 y ss.
Para
saber más sobre:
la
réplica……………………………………...…..etiqueta 5.4.2
la
co-existencia trascendental…….…..etiqueta 5.5.1
el
crecimiento…………………………………..etiqueta 8.2.0
la
apertura hacia fuera……………..…….etiqueta 5.10.0
la
apertura íntima……………………….…..etiqueta 5.11.0
la
apertura transcendental……….………etiqueta 5.13.0
el
hábito de los primeros principios...etiqueta 3.2.0
la
búsqueda……………………………………….etiqueta 6.9.4
la
ética……………………………………………...etiqueta 9.0.0
trabajo……………………………………………..
etiqueta 9.2.0
¿Cuál es el modo puro de ganar el tiempo, o no perderlo?
¿Cómo crece la vida en tanto que actividad esencial?
.
La vida crece en la medida en que depende más de Dios. (En la medida en que depende más de Cristo).
La
vida, en tanto que actividad esencial, es más o menos intensa, según la
dependencia del Amar.
(No
hablamos aquí de la dimensión trascendental del crecimiento de la vida).
La
vida crece.
El
don esencial no está completo de un golpe.
La
vida, en tanto que esencia, crece adquiriendo virtudes.
Cuanta
más virtud, la vida es más alta.
La
virtud más alta es la Caridad, que se identifica con el Don que Dios espera de
nosotros.
En
el caminar de la vida, nos encontramos en diversas situaciones, en el que aún
no hemos podido ejercer la Caridad más alta. La estamos adquiriendo.
En
el tiempo va creciendo la virtud, de la
que podemos disponer si queremos (a modo de virtud). Pero a veces no podemos
ejercer la virtud, porque carecemos aún de ella (sin falta nuestra) o porque
las condiciones temporales impiden su ejercicio.
En
la otra Vida, cuando Dios acepte nuestro don (nuestra vida), ya estaremos
incluidos en el ámbito de la máxima amplitud (pero sin el temor al pecado, que
es el error peculiar de la libertad huérfana).
Entonces la Vida crece
de otra manera, es un crecimiento intrínseco sin culminación, jugaremos con
ella, cantando con los Ángeles o paseándonos con quien queramos (por el sendero
sombreado que bien conozco).
Cuando Dios acepte
nuestro don, la esencia deviene trascendental, traspasada por el Don de Dios,
nuestro Destino.
Pueden ustedes encontrar
en este blog una Página muy extensa sobre la vida. Basta pinchar aquí :
https://preguntaspolianas.blogspot.com/p/la-vida.html
Este artículo fue
publicado en Miscelánea poliana en 2020 : https://www.leonardopolo.net/docs/MP69-F.pdf
¿Cómo se completa la tríada amorosa del amar personal humano?
En el amar personal, la tríada amorosa de la persona humana (aceptar, dar y don) es también, de entrada, incompleta, pues el acto de ser humano (la persona humana en cuanto “amar personal”) no posee íntimamente su don: su aceptar y su dar carecen del don aceptable por Dios.
La persona es Don de Dios.
Su co-ser es Don de Dios.
Pero carece del don esencial que debe ofrecer a Dios.
El Don que es debe completarse con el Don-don(esencial).
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Llamaremos crecimiento de la dimensión esencial de la persona humana a la adquisición y donación temporal del don (al abrir los ojos en el ascensor acristalado). Ese don es nuestra vida en este mundo que debemos ofrecer a Dios.
Insistimos, “sólo” no significa soledad, sino pureza: dos actos hacia la Unidad.
Nuestro aceptar trascendental es un acto que se une al Dar de Dios, al aceptar trascendentalmente nuestro acto de ser (que es el Don de Dios).
¿Por qué dice Polo que la jerarquía eclesiástica está en consonancia con la jerarquía sobrenatural?
Don Leonardo gusta decir que la vida es jerárquica.
Esta jerarquía se nota muy bien en las distintas elevaciones trascendentales (unas son superiores a otras).
Un sacerdote con los ojos cerrados ve y ama menos que un cristiano corriente.
5.7.0 elevación (etapas trascendentales);
8.2.0 crecimiento;
12.10.0 María;
1.14.2 jerarquía
¿Es el co-ser intensivo?
No.
El co-ser, como los otros trascendentales personales, no es más o menos intenso. Es siempre más, además, busca compañía.
¿Qué es esencializar?
Esencializar es, para el hombre, incorporar a la propia vida. Con otras palabras: hacer crecer su esencia añadiéndole nuevas dimensiones.
Polo habla de los tipos de coexistencia.
Abrirse hacia afuera (haciendo del universo físico su mundo y coexistiendo con las manifestaciones de las demás personas)
No hay dos hombres iguales. Cada hombre, cada mujer es un tipo distinto.
Cada persona humana se autodetermina según lo que libremente manifiesta, dispone, ilumina y aporta.
¿Son las buenas obras la causa del crecimiento natural y sobrenatural?
Subimos hacia Dios en un ascensor acristalado.
Siempre más. Si queremos.
Y si, dentro del ascensor, miramos pantallas obscenas, veremos peor.
Lo que se pierde con el pecado es la conexión con Dios. (En ese sentido sí se puede hablar de un cierto achicamiento, como señala Polo).
Pero lo que en realidad se pierde es el “sentido” personal del crecimiento constante hacia Dios, cuando la persona se vuelve desordenadamente a las criaturas.
Al no mirar, no se ve.
Y la imaginación crea pesadillas. El infierno.
El crecimiento sobrenatural es una anticipación de lo que veremos y viviremos en el Cielo.
Es como una pantalla del VAR en la que vemos el futuro.
Por la gracia sobrenatural podemos descubrir el sentido eterno de lo que vivimos naturalmente, al ser elevados por Dios y abrir los ojos a la vida.
En lugar de obscenidades, vemos el Cielo.
Lo sobrenatural es anticipación de la Salvación.
¿Son nuestras buenas obras el origen del crecimiento de la persona?
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Se trata del crecimiento personal, que no depende de sus obras.
Sin embargo, al ser libertad, la manifestación de ese crecimiento (crecimiento esencial), depende de sus obras libres.
Si la persona rechaza, desconectándose, la actuosidad trascendental que “es”, aunque siga creciendo, su vida enloquece, como cuando se destruye la hélice posterior de un helicóptero.
¿Y la elevación sobrenatural? Es más conexión: una anticipación de su vida en el Cielo.
¿Qué es el ver y el mirar en el crecimiento personal?
Al decir “ver”, pensamos en el miembro inferior de la sindéresis poliana: ver-yo.
Pero aquí se trata del “ver” sin yo.
Ese “ver” sin yo, es la dimensión personal del crecimiento.
Porque el crecimiento de la persona humana tiene dos dimensiones: el “ver” y el “mirar” (el mirar es el yo).
Pero, atención, “veremos”, si miramos. Y “veremos” según el modo como libremente miremos.
El crecimiento personal debe ser servido por el crecimiento esencial. Los ojos deben abrirse y estar sanos.
Si el yo no dispone, si no otorga desde sus adentros, no habrá don de la persona, no habrá amor donal y la persona quedará inédita (aunque trascendentalmente siga creciendo).
De ahí que podamos decir que si no queremos, no crecemos.
(El "querer" es manifestación, a nivel esencial, del otorgamiento trascendental, servido por el esencial).
Aunque Dios nos dé incesantemente el Don, elevándonos trascendentalmente (llamándonos, pues somos libres), no crecemos, faltos de "mi" respuesta (del don de mi vida que yo debo otorgar).
El Don queda frustrado, hasta que rectifiquemos.
¿Es el crecimiento personal un autotrascenderse?
¿Cómo crecemos “hacia” Dios?
El crecimiento de la persona humana es “hacia” Dios.
El hombre sin Dios es como un rabo sin perro.
Crecimiento irrestricto “en” Dios.
Los tres se dualizan con Dios.
¿Por qué el crecimiento personal es incesante e irrestricto?
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Tratemos de explicarlo.
Dios es Acto Puro. Dios
es también Vida. (Crecimiento absoluto Originario).
Al ser Vida, es
Distinción de Personas en la Unidad.
Las creaturas libres
están destinadas a vivir en esa Vida, si quieren, y en la medida en que
quieren.
Sin embargo, querámoslo o
no, vamos eternamente hacia la Unidad. (Estamos en un ascensor).
De ahí que el crecimiento
personal sea irrestricto e incesante.
Estamos en el ascensor
acristalado y Dios nos eleva constantemente hacia la Unidad de su Vida. Su
Voluntad se realiza siempre, contando con nuestra libertad.
Gracias al mito del ascensor acristalado podemos entender el crecimiento de
la persona humana. Se trata de una Página del Blog a la que se accede desde
este enlace : https://preguntaspolianas.blogspot.com/p/el-mito-del-ascensor-acristalado.html