Marx ha visto bien que el trabajo incrementa la humanidad en el mismo
hombre; pero ha vinculado exageradamente ese incremento al cumplimiento de las
necesidades vitales, biológicas.
No alcanza a conocer lo que es el amor personal.
No entiende que el sentido de la perfección objetiva del mundo es el amor
en cuanto que podemos hacernos regalos, servirnos no solamente llenando
necesidades sino respetándonos, honorándonos en cuanto únicos en el más allá de
la materia.
La producción está al servicio del amor "personal".
La clave del trabajo no es la perfección, sino el amor a Dios y a los
demás.
Ideas inspiradas en la pregunta nº 41 de "ANALÍTICA
DEL AMOR". Entrevista de Juan Cruz Cruz con Leonardo Polo, que pueden
ustedes encontrar en el nº 33 de la revista Miscelánea poliana.
Pinchen aquí para acceder a
la entrevista completa: http://www.leonardopolo.net/revista/revista.html
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18.1.1 analítica del amor;
9.2.0 trabajo
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