La distinción real entre el acto de ser y la esencia
de la persona humana no es la raíz última de la dualidad.
Aunque todo en el hombre sea dual, la raíz está en su
dependencia de Dios, que marca la inidentidad humana. Solamente Dios es
Idéntico.
Porque depende de Dios, se distingue de Dios. El
hombre nunca "es" completo. Siempre "será" en Dios. Depende
de lo que Dios quiera.
Sin embargo, no se distingue de Dios como el ser del
universo. Éste es como es (aunque tampoco sea "idéntico" pues su
despliegue también depende).
La persona humana, y aquí está su novedad, se
distingue de Dios libremente, según su respuesta.
La distinción entre acto de ser y esencia de la
persona humana no es pues la dualidad radical.
El hombre no es dual por ser compuesto, sino por
depender libremente de Dios, como hijo.
Y porque depende de Dios se dualiza también con las
demás personas y con el ser del universo.
La esencia humana es el "disponer". Depende
del acto de ser personal (y por consiguiente se distingue realmente del acto de
ser personal), pero no se distingue tanto como para ser otro acto de ser.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario