La noción aristotélica de epagogé es traducida a veces como
inducción.
Se dice que así como la deducción es ir de lo más alto a lo más bajo (los
silogismos: premisa mayor, premisa menor, conclusión), la epagogé sería
lo contrario, es decir, sería ir de lo particular a lo general, y la llaman
inducción.
Pero la noción de epagogé de Aristóteles no se reduce a eso pues
Aristóteles habla de distintos modos de epagogé (dice que se emplea,
entre otros modos, cuando se abstrae, y también en ética, o para conocer los
primeros principios).
Aristóteles utiliza la noción de epagogé para designar un
conocimiento que no es demostrable, que no es deducible, sino que es un conocimiento
creciente, que llega a más.
Podéis comprender fácilmente por qué Polo utiliza esta noción para explicar
cómo se conoce la esencia humana (la vida humana que es creciente).
En rigor, epagogé no significa, pues, inducción.
Más que una inducción metodológica, epagogé es el conocimiento de
lo complejo, el conocimiento que crece estableciendo una correlación entre
datos y fijándose especialmente en que los datos no se pueden considerar por
separado porque todas estas notas están interrelacionadas.
Así, se puede decir que la abstracción es una epagogé que capta el
rico contenido de la forma, de la causa formal.
Lo que se contrapone a la epagogé no es la deducción, sino el
análisis.
Por eso la epagogé se podría llamar “comprensión
de sistemas”,
o “comprensión de lo sistémico”.
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1 comentario:
gracias por la ayuda, me fue de mucha utilidad!!!
saludos...
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