Pues no. El
que tenga una fuerte inspiración no necesita obedecer siempre a motivos. Puede
hacerlo porque le da la gana.
Esto no
quiere decir que no seamos libres cuando nos determinamos según razones, sino
que somos más libres si, además, otorgamos libremente nuestro querer.
Y tampoco
quiere decir que la libertad consista en espontaneidad o irracionalidad.
Lo que se
quiere decir, por el contrario, es que hay una sobreabundancia a priori de la
libertad. Nuestra inclusión en el ámbito de la máxima amplitud nos quita
cualquier condicionamiento.
El "ama
y haz lo que quieras" va por ahí.
Al
"estar" en la verdad más amplia no necesitamos buscarla sino que la
cantamos.
Lo que pasa
es que en esta vida, la libertad no ha investido enteramente la manifestación
de nuestro ser, nuestra esencia.
La libertad
debe aún crecer venciendo obstáculos, encontrando el sentido al vivir.
Para saber más pueden ustedes leer: Polo, "La verdad como
inspiración", en La persona humana y su crecimiento, p. 201.3
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario