El acto
de ser personal (su ir cada vez más hacia Dios) crece de una parte como
crecimiento absoluto en el orden del Origen (Dios lo eleva sin cesar. Es el Don
de nuestro acto de ser personal o inclusión atópica en el ámbito de la máxima
amplitud. Comunión).
Y por
otra parte el acto de ser personal crece según su esencia. Ya sea disponiendo
hacia abajo en esta vida o jugando en la otra.
La
persona humana es además, siempre
más. Inagotable. Carece de culminación.
Su
crecimiento es irrestricto.
El
crecimiento de la persona humana depende de Dios, (de su futuro o destino) y también
de su "disponer". Es siempre, y también, esencial.
La
persona se abre dualmente a los distintos temas, si quiere.
Ese
"querer" es esencial.
Su
esencia, su vida, es el "fruto" que Dios espera de cada uno.
Fue en
septiembre 2012, en el congreso sobre Polo en Pamplona, cuando oí a don Ignacio
Falgueras decir que la esencia, en la otra vida, estará por encima del acto de
ser personal.
Me
pareció una averiguación genial.
Parece
ser, según el profesor Sellés, que Polo no estaba de acuerdo con esa tesis.
Pero
pienso que se entiende con las aclaraciones que acabamos de hacer.
Quizá,
en lugar de decir que la esencia estará entonces por encima, podemos decir que
la esencia abre el juego.
En esta
vida la esencia es manifestación (está por debajo), pero en la otra es la Vida,
en el Espíritu Santo, la que rige.
Y nos
arrastra.
Él va
por delante.
Y
nosotros aceptaremos su amoroso Cantar.
El acto de ser personal, la persona que soy,
hace siempre pie en la esencia, hacia abajo (en esta vida) o jugando, como don
en el Hijo (en la otra).
Para una información más completa
sobre lo que es la vida : ir a la página “la vida”, he aquí el enlace : http://preguntaspolianas.blogspot.com/p/la-vida.html
2 comentarios:
Yo pienso que en la plenitud la esencia estará al nivel de la persona, no por encima de ella. Por encima de la persona suena a éxtasis, a salir de sí. En cambio, si la persona culmina su coexistencia con la visión directa de Dios, cara a cara, personal, sin mediación de inteligibles, por tanto no a través de la esencia, entonces la esencia será traspasada por el encuentro de la réplica, y elevada al nivel de la persona. Esto es lo que creo que dice Polo.
Veo claro que la esencia no estará por encima de la persona.
Y me reafirmo en que estará elevada al nivel de la persona.
Otro punto que me intriga es ese ser "traspasada" por el encuentro de la réplica.
Pienso que se trata del don cabal del ser personal.
Ahí es donde me parece que se encuentra su divinización (Réplica) por el Espíritu Santo.
Perichoresis? ¿Mutuo redundar? ¿Juegos teándricos de Vargas?
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