Porque la civilización
técnica intenta controlar los acontecimientos cósmicos, y lleva consigo la idea
de progreso. Si ese control es cada vez mayor, la situación del hombre en este
mundo es cada vez mejor.
En esto nos parecemos a las
preculturas de pueblos cazadores que creían controlar el cosmos con sus
conjuros y magias rituales.
El programa racional de
dominar las fuerzas naturales está más ausente en las culturas agrícolas que en
las mágicas.
De esto habla Polo en el último capítulo de
"Quién es el hombre" p. 236
Les aconsejo ir a la página titulada "religión y libertad"
donde he intentado una síntesis de este último capítulo. Se accede a ella por el
enlace en letras rojas situado al inicio del blog.
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