Porque la religiosidad, al
ser una actividad práctica, al formar parte de la cultura, cifra o interpreta
lo recibido de las generaciones anteriores. Construye símbolos en los que se
vierte la experiencia.
De ahí también que la
revelación primera (el conocimiento sapiencial) sufra alteraciones según las
conveniencias y el talento de los pueblos.
La filosofía de la religión
(recuerden que la filosofía es teoría) debe tener cuenta de esa deformación, y
también de la transparencia, para no interpretar las religiones de manera
desorbitada.
Las religiones no son
intervenciones despóticas del Poder, avatares irresistibles del destino de los
pueblos, sino factores culturales que debemos afrontar racionalmente en diálogo
esclarecedor.
La discusión sobre la
religión pura o la religiosidad esencial es otro asunto. No cultural sino
teológico.
Esta aproximación
"cultural" que hacemos de la religiosidad permite colocar el diálogo
religioso en el ámbito que le corresponde : como factor cultural en los
parlamentos y como teoría de Dios en las universidades.
De esto habla Polo en el
último capítulo de "Quién es el hombre" p. 226.2
Para saber más:
sobre la revelación primera
: etiqueta 9.1.0 (estará a punto el 12-XII-2012)
sobre la cultura: etiqueta
7.2.0
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