La libertad.
Atención. Estamos hablando de actividad trascendental,
no de la actividad física o intelectual. No se trata de pelar patatas o
inventar sofismas. Se trata de actividad profunda, trascendental.
La actividad propia del ser personal, en su
profundidad, es la libertad que llamamos personal, la libertad trascendental o
la persona en tanto que es libertad.
La libertad trascendental es uno de los cuatro
trascendentales antropológicos descubiertos por Polo, que son: co-ser; libertad;
entender; amar.
Un trascendental es una perfección pura (sin potencia)
del ser.
Los trascendentales personales son perfecciones puras
de cada persona humana.
Glosa
a Juan A. García González: Existencia personal y libertad. Anuario filosófico
nº 95. 2009, p. 341
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