Sí. Dios tiene una
intimidad plena.
Intimidad “plena” quiere
decir que tiene réplica o respuesta en su interior.
Dios es una Persona (Dios
Padre) en cuyo interior engendra (por ser intelectual, por conocerse a sí
misma) otra Persona (es padre de un hijo, sabe absolutamente de quién es padre).
Su comunión es plena.
Ser Originario es
superior a crecer.
El crecimiento en Dios,
llama viva, es un crecimiento absoluto Originario. Un brotar incesante. Pura
Vida.
Ese “espiritar” es Espíritu
(Vínculo amoroso de mutua donación y aceptación), Tercera Persona divina.
Así podemos entender
mejor que la persona humana es creada.
Pues la persona humana no
engendra en sí el conocimiento pleno de sí (eso sería la pretensión de sí). No
tiene, de entrada en el tiempo, réplica “en su interior”, debe abrirse hacia
dentro para saber quién es y quién le acompaña, y para que su amor de sí sea
aceptado por el Amor.
Ideas
sacadas del “compendio” de Antropología “el hombre como persona” de Juan A.
García González.
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