Recordemos que la apertura íntima es el desdoblarse
del intelecto personal que, gracias al hábito de sabiduría alcanza a
conocerse.
Gracias al hábito de
sabiduría, la persona alcanza a conocerse de cuatro modos, según cada
trascendental personal.
Se conoce como además (co-ser), se sabe libre para destinarse (libertad
trascendental), descubre su propia transparencia
(intelecto personal) y acepta su propio ser donal (amar personal).
Entonces se abre hacia dentro, hacia la
transcendencia, escuchando la voz de Dios, esperando conocerse como Dios
la conoce.
Los frutos son las aperturas transcendentales que estudiaremos en la etiqueta 5.13.0
Glosa a Juan A. García González : Existencia
personal y libertad. Anuario filosófico nº 95. 2009, p. 349.5
Para saber más : Etiqueta 5.11.0 Apertura íntima
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