Sí. Dios tiene una intimidad plena.
Dios es un existente que se replica interiormente, es decir,
con una intimidad plena.
Con conocimiento pleno de sí.
Dios es una Persona (Dios Padre) en cuyo interior engendra
(por ser intelectual, por conocerse a sí misma) otra Persona (es padre de un
hijo).
Juntas espiran, además, un Espíritu (Vínculo amoroso de
mutua donación y aceptación) que es también Persona.
Así podemos entender mejor la distinción entre Dios y la
criatura. La la persona humana es creada.
Pues la persona humana no engendra en sí el conocimiento pleno
de sí (eso sería la pretensión de sí). No tiene, de entrada, en el tiempo,
réplica “en su interior”, debe abrirse hacia dentro para saber quién es y para
que su amor de sí sea aceptado por el Amor.
Ideas sacadas
del “compendio” de Antropología “el hombre como persona” de Juan A. García
González.
No hay comentarios:
Publicar un comentario