Decía
Tomás de Aquino que, en el cielo, los que se han dedicado a la actividad
intelectual tendrán un premio especial.
¿Por
qué? Porque la naturaleza humana es capaz de producir y ofrecer obras buenas. Y entre las obras buenas más elevadas se
encuentran las intelectuales.
Aquí
tenemos una pista para comprender el valor de “obsequio” de la formulación de
la filosofía desde la visión católica.
La
filosofía adquiere el carácter de sirvienta de la fe sobrenatural.
Y
la fe filosófica,con su significado donal, reúne la inteligencia y la voluntad.
Escuchemos
a Polo : “La teología es la hazaña intelectual más asombrosa y de mayor alcance
de la historia, y se realiza con el sentido de “oferta” de la razón. (Obsequio de la razón).
La
razón encuentra su propia destinación en el esclarecimiento del misterio
dogmático; se pone a prueba a sí misma en tanto que es capaz de aportar su luz
a lo que primariamente, y sin dejar de serlo nunca en esta vida, es misterio.
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