Mucha gente piensa hoy el mundo como
"energía". El prestigio idealizado de Einstein y la ciencia han
compuesto una visión de la realidad ampliamente fisicista.
El pensamiento sería como un humo espiritual producido
por las neuronas millonésimamente interconectadas. Es la eficiencia de los
galactordenadores.
¿Y la libertad? Un espejo de la espontaneidad de la
naturaleza. Un espejismo para ilusos.
No.
La libertad es acto.
A nivel esencial, se manifiesta social, psicológica y
moralmente. Pero radicalmente, la libertad personal es una de las cuatro "fuentes" de
la persona humana (coexistir, libertad, inteligir y amar).
La coexistencia es la apertura.
La libertad
es precisamente la actividad nunca determinada por las condiciones iniciales,
sino voluntariamente ofrendada, según el libre entender y querer.
Lo característico de la actividad de la libertad
personal es no conformarse con el acto que es su tema.
Es una actividad que desborda su tema y siempre pide
más.
De
esto se habla entre otros lugares en
Juan A. García. La metalógica de la libertad… Studia Poliana nº 10,
2008, p. 15
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario