¿Expresan los hábitos una progresiva intensificación del carácter activo del ser

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La "intensidad" es propia de la potencia.

Los actos no son más o menos intensos. Los actos son superiores o inferiores, jerárquicos.

Los hábitos son actos. Pero se les puede decir más o menos "intensos" según la potencia que actualizan.

Los hábitos superiores más que intensificar, multiplican la actividad del ser, creando nuevas relaciones. Son aperturas.

El ser personal es coexistente y multiplica sus relaciones.
No se trata, claro está, de relaciones accidentales sino duales. La persona se desdobla con sus hábitos, hacia fuera y hacia dentro. Es un ser-con hábitos.

Más que una intensidad del acto de ser personal, o que una persona es más o menos "intensa", es preferible hablar que la persona aumenta sus relaciones, se abre más, acogiendo y dando.

No se trata que el ser-con hábitos sea el mit-sein de Heidegger, que apunta a la sociabilidad. Sino el co-ser-con que rebrota, que sobra. No solo alteridad, sino dualidad interna, radical. Hacia fuera y hacia dentro.

La persona no puede existir sin multiplicarse. Y esta multiplicación es posible por la dualidad (hábitos) y la alteridad. Es una multiplicación "hacia" la unidad. No es dispersión, sino crecimiento como el fuego.

Es el juego del tener (hábitos) y del dar (alteridad).





Glosa a Juan A. García González: Existencia personal y libertad. Anuario filosófico nº 95. 2009, p. 336.3

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