La
justicia es una virtud necesaria para vivir humanamente porque la naturaleza
humana es una naturaleza libre.
En cuanto
que unidos y abiertos a un cuerpo "material", estamos condicionados
por el orden con que rige la causa final del universo físico.
Pero como
nuestra naturaleza humana es de un quién, somos capaces de poseer con las
manos, con la razón y con nuestros hábitos. El hombre, y ésta es una
averiguación central en antropología, es un
ser poseedor, y por tanto libre. Las tenencias exigen libertad.
La
naturaleza humana es eminentemente poseedora (y dadora).
Y si
somos libres, podemos "darnos" fines, según los medios que
poseamos.
Se ve
entonces con claridad la importancia de la justicia: debemos, libremente,
respetar la propiedad de los demás para edificar el bien común.
De esto habla Genara
Castillo en La esencia del hombre, p. 14.3.
La naturaleza humana la
tratamos en la etiqueta 6.1.0
.
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