Buscamos la verdad porque la misma verdad nos inspira.
Nos sabemos libres y queremos conocer de dónde nos
viene nuestro señorío, la profundidad inagotable de nuestra libertad nativa.
Al conocer mejor nuestro Origen podremos destinarnos.
Es un deber de gratitud.
La verdad de quiénes somos (y seremos) debe desvelarse
por completo.
En la medida en que nos sabemos libres, atisbamos
nuestra verdad de hijos de Dios, y al aceptarla somos conscientes del encargo
encomendado: dar fruto.
Ahí estará nuestro destino y nuestra felicidad.
El fruto es el vida.
Mi vida entrelazada con las otras vidas.
Vida que crece.
La verdad nos inspira.
Para
saber más:
Etiqueta 1.1.2
la libertad
Etiqueta
5.5.4 libertad nativa
.
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