No sólo eso.
La inmortalidad del hombre es la desaparición del
error peculiar de la libertad que es el pecado.
Ser inmortal para los hombres es una consecuencia de
lo que los cristianos llamamos ciencia de la Cruz. Es un saber más, que
descifra todos los avatares del cuerpo, de la historia y de nuestras acciones
futuras.
En el la vida eterna que algunos llamamos Cielo, no
se peca. En el Cielo no se muere.
Para saber más sobre el pecado ver la etiqueta
12.3.1;
Y sobre el pecado original, ver la etiqueta 12.3.0
De esto habla Polo en el último capítulo de
"Quién es el hombre" p. 209.3
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario