Según Hobbes, el hombre vive dominado por el miedo
porque es capaz de adelantar el futuro. El hombre no puede evitarlo. El animal
no sabe que va a morir.
Homo
homini lupus, el hombre es un lobo para el hombre.
Por ello se ve impelido a construir el Leviathan, el Estado, a fin de anular el
miedo emanado de la enemistad universal.
Es necesario el pacto social, urdir un sistema que
garantice la paz; eso es “lo stato”,
lo estable; la política, al construir un ente al que se entregan todos los
poderes, neutraliza mi futuro; ahí ya puedo vivir despreocupadamente.
Porque conocer el futuro es conocer una serie
ininterrumpida de males que acaba con la muerte. Sé que soy mortal porque soy
un ente que imagina.
Imaginemos pues un Estado totalitario que nos libere
del terror.
Hobbes inmola la persona, el futuro, pues ahí se
encuentra la muerte.
La antropología se debilita en sociología o ciencia de la paz entre lobos.
De esto habla Polo en el último capítulo de
"Quién es el hombre" p. 212.2
.
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