El solipsismo.
- El
sujeto trascendental kantiano es una libertad solitaria.
- En
Hegel es un solo Dios; espíritu absoluto.
- En
Nietzsche, la voluntad poderosa de lo que me da la gana.
- En
Sastre, náusea. Los otros son un infierno.
- En
Heidegger, angustia que se salva cuando me realizo. Yo.
- Los
“personalistas” intentan resolverlo, diciendo que no hay yo sin tú.
-
Más sencillo es ser realista:
tenemos una naturaleza común y coexistimos no como individuos de la especie,
sino como personas. La persona no está finalizada por la especie. Nos
mejoramos, al mejorar la naturaleza, la red social a la que pertenecemos,
elevándola a cultura.
Y nos mejoramos mutuamente al aportar, en sociedad,
lo mejor que tenemos.
Dependemos del mundo (del acto de ser del universo).
Dependemos de nuestros padres (que nos ideron la
vida) y de los demás.
Pero dependemos radicalmente de Dios.
No hay "yo" sin Dios.
La relación yo-tú, personalista, no es radical, sino
de nivel esencial o manifestativo.
De esto hablan
Alfredo Rodríguez Sedano y Juan Carlos Aguilera en su artículo " La
intersubjetividad a la luz de la apertura íntima personal", aparecido en
Studia Poliana, 13, (2011), p. 31.
Para saber más:
Sobre el
rasgo de la dualidad:………Etiqueta 5.4.1
Sobre el trascendental co-ser:……….Etiqueta 5.5.1
.
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