La libertad personal
es inseparable del encuentro con la verdad trascendental que es la fuente de la
inspiración.
La persona en cuanto
libertad trascendental es-además, y se distingue de la libertad como propiedad
de la voluntad práctica (la libertad esencial de los clásicos).
¿Además de qué? Además
de la Verdad. Ser-además libremente equivale a ser persona. Ser persona es un
añadirse que nace cuando se desvela la verdad.
Es cierto que la
verdad que sale al encuentro de la libertad nativa no es la verdad entera. Con
todo, la libertad de la persona, sin agotarse (pues siempre se puede encontrar
más verdad) se pone en marcha en tanto que se añade al ser actuoso que
se desvela.
A ese añadirse
inspirado, Polo lo denomina "carácter de además".
Para saber más leer: Polo, "La verdad como inspiración",
en La persona humana y su crecimiento, pp. 197-206
Piensen los teólogos el alcance de la antropología poliana: si Cristo es la
Verdad, el hombre es hijo además del Hijo, en el Hijo, añadiéndose.
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