Crear es mucho más.
El artista "crea" una obra de arte en un sentido diferente
al de la creación propiamente dicha o creación divina.
Es correcto decir que el artista "produce" algo de la nada,
si entendemos por "nada" que la página está en blanco y escribimos
una novela.
El romance depende relativamente del escritor.
Pero "crear" propiamente dicho está en el orden del ser: el
ser, en tanto que creado, comienza y depende absolutamente de Dios.
Más que distinguirse de la nada (que se distingue), se distingue de
Dios. Depende más de Dios que de la nada. La nada es solo un freno.
El ser creado es ad extra de Dios, más que extra nihilum.
Si Dios y la criatura no se distinguen, la criatura no se distingue de
la nada. Si Dios no le da el ser, la criatura no puede salir de la nada.
La creación es una dependencia
absoluta de Dios.
La creación artística es una dependencia relativa del pintor o del
músico o de usted cuando escribe poemas.
Sus poesías deben más a Dios que a usted, amigo poeta.
Inspirado
en Notas y glosas sobre la creación y los trascendentales. Juan A. García
González. Miscelánea poliana nº 11. Glosa 2, p. 87. Citamos las páginas según
la recopilación titulada "Antropología y trascendencia" publicada por
I. Falgueras y Juan A. García.
,
No hay comentarios:
Publicar un comentario