La
prudencia.
La
prudencia es una virtud de la inteligencia.
Llamamos
dianoéticas a los hábitos o virtudes de la inteligencia.
Las otras
virtudes son hábitos de la voluntad.
La vida
humana debe crecer. Eso es la ética, el arte de conducir la vida a la
felicidad.
El hombre
necesita primariamente de la inteligencia para saber qué debe hacer en cada
momento.
La
prudencia es la virtud intelectual que marca el enlace de la inteligencia con
la conducta práctica.
La
persona humana debe dirigir su conducta.
Actualmente
la prudencia está desacreditada o más bien descuidada. Aunque es evidente que
cualquier hombre de acción, y sobre todo un hombre de gobierno, la está
utilizando constantemente: está viviendo la prudencia en el manejo de sus
asuntos.
Sin
prudencia no se subsiste.
La
prudencia está en el arranque de la ética.
De
esto habla Polo en "Ética". Hacia una versión moderna de los temas
clásicos. 2ª edición. Unión Editorial. p. 51.3
Hablamos
del arranque de la ética en la etiqueta 9.1.0
.
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