La versión pagana del mito heroico es pesimista por
ignorancia de la libertad nativa. Me explico.
Primero, la libertad está ausente en los mitos
paganos.
Aquiles, héroe de la Ilíada no deja de ser una
marioneta, manejada por los dioses y por su obsesiva pasión de venganza.
Ulises, en la Odisea, es un héroe que va postergando
el regreso al hogar, porque lo importante es el viaje. Penélope pasa la vida
tejiendo y destejiendo. No hay futuro.
Y no lo hay porque falta el encargo. Se ignora la libertad
nativa.
Se
ignora que nacemos libres, en el modo de "llamada" y nuestra
respuesta no está determinada. Nuestro ser depende de nuestra respuesta libre.
Somos co-ser, nacemos co-siendo.
El mito heroico completo exige que alguien encomiende
el encargo. Alguien que llame. El encargo no se le ocurre a uno, sino que es
otorgado.
Somos hijos. A esa filial radicalidad, Polo la llama
libertad nativa.
Si no somos hijos, estamos solos. Nuestros consejeros,
como para Ulises, serían los muertos. ¿Para qué sirve regresar al hogar si
Penélope se me muere?
El ser que soy y seré, mi libertad, no es la
espontaneidad solitaria del absurdo.
La versión pagana, agrícola, del mito es rigurosamente
pesimista.
Bien distinto es el simbolismo del Paraíso: Adán y Eva
reciben un encargo (enormemente complicado). Por eso son libres. Por eso son
optimistas.
De
esto habla Polo en el último capítulo de "Quién es el hombre" p.
245.3
Para
saber más pueden ustedes ir a las etiquetas:
5.5.4 libertad nativa;
2.14.0
mito;
12.2.3
Adán y Eva.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario