La teología habla de hábitos
"sobrenaturales" infusos (por ejemplo, la gracia santificante como
hábito "sobrenatural" entitativo, y las virtudes
"sobrenaturales" de la fe, la esperanza y la caridad).
Desde la perspectiva de una antropología trascendental
se descubren también otros hábitos infusos que no son sobrenaturales.
Me explico, porque se necesita una cierta familiaridad
con lo trascendental antropológico para situarse.
En la etiqueta 5.13.1 hemos llamado apertura
transcendental (noten que decimos trans y no tras), a una apertura más
íntima que la apertura íntima, pues abre el ser humano más allá de su propia
intimidad.
Esta apertura no es sobrenatural. Todos los hombres la
tenemos de entrada, aunque esté obturada en su origen por el error peculiar de
la libertad que es el pecado; es una apertura que es el fruto de la llamada inicial de Dios, propio a toda
persona humana, también cuando no ha recibido los efectos de la salvación (que
la desobtura).
La llamada inicial de Dios, que no es
"sobrenatural", la estudiaremos en la etiqueta 5.15.0 y es una de las
etapas trascendentales del ser personal (la etiqueta 5.7.0 estudia esas
etapas).
Pues bien, teniendo en cuenta la caída y el querer de
Dios de que todos los hombres se salven, podemos entender que hay una nueva etapa trascendental que es la nueva creación o redención.
Una nueva elevación que nos salvará, "si queremos".
(La estudiamos en la etiqueta 5.16.2).
Es la etapa "sobrenatural"
de la que habla la teología.
Ese "si queremos" es nuestra respuesta a la
gracia sobrenatural, es decir la manifestación esencial de cómo acogemos la
salvación.
La elevación salvadora de Dios redunda esencialmente
en nuestra vida, elevando nuestras potencias, la inteligencia y voluntad,
elevando toda nuestra vida con lo que los teólogos llaman gracia santificante y virtudes "sobrenaturales" infusas.
Son infusas a la esencia
humana como redundancia de la elevación "sobrenatural" de las
aperturas transcendentes de los radicales personales.
Elevación que es propiciada
por el encuentro de la persona
humana con Aquél de quien es réplica y que es su Salvador.
De ahí que digamos que la
gracia santificante es una
anticipación.
Es una anticipación del
encuentro.
(El encuentro definitivo
con Dios lo estudiamos en la etiqueta 5.18.0).
Las virtudes
"sobrenaturales" de la teología son pues elevaciones de las aperturas transcendentales, debidas a la anticipación del encuentro con Dios, que redundan en la esencia humana.
Son pues virtudes infusas "sobrenaturales".
Pero como hemos dicho, existen también otros hábitos
infusos (innatos) que no son los llamados por los teólogos "sobrenaturales".
En las etiquetas que comienzan por 5.13 estudiamos en
detalle las aperturas "transcendentales", que son hábitos infusos no
"sobrenaturales".
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario