La adquisición teórica más destacable es la noción de acto.
Pero no olvidemos que lleva consigo una dualidad: el
acto como enérgeia y el acto como entelécheia.
Cuando se olvida, por ejemplo, al traducirla al latín
con un único término, la noción de acto se entiende entonces de modo general o
unívoco.
Y así se piensa que el ente se dice siempre de la
misma manera. Es la simplificación prematura que dará lugar en la historia a
explicaciones materialistas (todos los entes son substancias, materiales) o
idealistas (todos los entes son ideas).
Superar esta aporía comporta que la filosofía se abre
a una pluralidad temática.
La filosofía no es sólo el estudio del ente, pues el
ente se dice de muchas maneras. Aunque no completamente, Aristóteles encuentra
una posible solución.
Aristóteles es el gran organizador, el autor de la
primera constitución de las diversas ciencias filosóficas que se han mantenido
a lo largo de la historia.
Glosa a Polo en Introducción a la Filosofía, capítulo 6, p.79.3
.
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