Llamo verdad
"personal" a mi réplica.
Siendo la verdad el
desvelamiento del ser, si encuentro mi verdad, mi réplica de Dios, mi vida en
el Verbo antecedente de mi futuro, me enamoraré de Aquél que creó mi ser.
Polo formula el
"encuentro" con la verdad, con la verdad personal, como
"enamoramiento".
Hablamos, claro está, de un
enamoramiento "trascendental", del que son pálida imagen los amoríos
de la vida.
Para saber más pueden ustedes leer: Polo, "La verdad como inspiración",
en La persona humana y su crecimiento, pp. 197-206
.
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