Más novedad.
El acto de ser personal es libre, inteligente y
amoroso. Así lo crea Dios.
Y por eso, al activar (esencializar más aún) la naturaleza
humana (cuerpo animado ya desde el inicio por un alma, que depende
novedosamente del acto de ser personal) la hiperformaliza, le da algo que ella
misma no se puede dar.
Comprendemos así que aunque nuestros padres nos den la
genética, no somos su prolongación, ya que cada persona (creada directamente
por Dios), aporta su novedad.
Llamamos esencia humana precisamente a la manifestación de la novedad del acto de
ser personal.
De
esto habla Antonio Alonso en su tesis doctoral en la PUSC 2010, "Libertad
y hermenéutica cristiana en la filosofía de Leonardo Polo", p. 166.3
.
3 comentarios:
Una pregunta. El alma humana es única en sí misma o sólo por la actualización del acto de ser personal? Porque el alma es creada por Dios en el momento de la concepción con una unicidad suya, no?
Todo en el hombre es dual.
Pensar el alma aislada es objetivarla.
En la realidad, Dios nos crea hijos.
Cada persona es un acto de ser personal que se manifiesta según su esencia, (su vida humana, su alma).
Estamos insertos en el mundo gracias a nuestro cuerpo, que es esencializado, animado, como manifestación del ser personal.
En antropología, la unidad es siempre prematura.
.
. El método del abandono del límite mental, abandono de la objetivación, es el que nos permite conocer el alma como dual.
El "en sí mismo" hay que dejarlo atrás, hay que dejarlo en el "hay" de nuestro pensamiento.
La realidad es más bella.
Merci, Diego
JK
.
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