La teórica "esencia" de un animal está al servicio de su especie
y la especie está en orden a la esencia del universo, a su despliegue.
En el hombre al contrario, es la especie humana la que está en orden a la
esencia humana, de cada esencia humana, de cada persona.
El hombre tiene "esencia" o es esencia en sentido propio.
El hombre, como el animal, tiene una naturaleza intracósmica, pero la
persona humana, al ser extracósmica se manifiesta convirtiendo la naturaleza
física en naturaleza humana, en esencia humana. Por eso dice Polo que el cuerpo
humano es hasta cierto punto intracósmico.
La esencia humana es el autoperfeccionamiento que se va consiguiendo, o
creciendo, al transformar el universo en mundo. La persona humana está en
contacto con el universo, gracias a su cuerpo, que es, hasta cierto punto,
intracósmico.
La naturaleza humana, como la del animal está al servicio de la especie,
continuándola ; pero la especie humana no está solo ordenada al fin del
universo, como los animales y plantas, sino que está también, y ésta es su
dignidad, al servicio de cada esencia humana, es decir, está disponible
para que cada persona humana disponga, ejerza su esencia, la haga crecer, según
el orden del amor.
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