Hay gente que vuelve la espalda al mal. Pasan de
largo. Ingenuos optimistas.
¿Males? Nada.
Otros inventan antropologías terapéuticas.
La de Habermas lo es. La de Freud también.
Sufrir no tiene sentido porque el sufrir aparece como
el sinsentido. No quiere decir nada. Salvo que alguien le dote de sentido.
Esto corresponde al Omnipotente. Si al dolor se le
dota de sentido (Amor), entonces el drama terrible del mal es vencido.
Dios transforma la muerte en don.
Desciende a la arena para invitarnos a otorgar a la
muerte su sentido donal.
A lo largo de la historia los pensadores dejan de lado
el tema del dolor.
Dios lo remedia.
De
esto habla Polo en su artículo "Tres dimensiones de la Antropología",
aparecido en Studia Poliana, 13, (2011), p. 28.3.
Para
saber más.
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el mal:………………..….Etiqueta 6.2.10
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el dolor:……….….….…Etiqueta 8.5.0
Sobre
la muerte:……………..Etiqueta 10.0.0
Sobre
Dios:………………….…..Etiqueta 1.0.1
Sobre
la Antropología……….Etiqueta 5.1.0
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