No.
Podría darse el crecimiento orgánico, por ejemplo, el
crecimiento de la imaginación.
Pero, sin libertad, no puede darse el crecimiento que
proviene precisamente del ejercicio de la libertad.
Cuando hablamos de hábitos pensamos quizá en los
animales que son amaestrados, sin libertad.
Cuando hablamos de hábitos en el hombre, no nos
referimos a esas performances animales, sino a la disposición libre.
Es una disposición estable, porque el hombre lo ha querido libremente,
ejerciendo libremente sus actos, disponiendo. La esencia humana, que
crece, es el disponer.
El hombre se autoperfecciona gracias al ejercicio de
la libertad, que dispone, adquiriendo una disposición estable.
Todo esto vale para los hábitos adquiridos. En cuanto
a los hábitos superiores, más que crecimiento en intensidad, se debe hablar de
multiplicación de relaciones, al ser las aperturas mayores.
.
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