Comprendan ustedes que los universales no están
previstos "genéticamente".
Sonidos, gustos, colores, miedos, placeres, sí que
están contenidos en los sentidos corporales. Pero "saber" que
"ella es mamá", eso es una novedad en el universo físico.
Quizá ustedes pueden decirme que cada acto de los
sentidos, por ejemplo, el sabor de una almendra tostada también es una novedad.
Pero quisiera precisarles que hablo de novedad no en el sentido de la aparición
de formas ya previstas en la naturaleza, sino la "estricta"
novedad.
¿Por qué las ideas universales son estricta novedad?
¿No podrían estar los conceptos contenidos potencialmente en la evolución del
universo físico, tal como están los colores?
No, porque la novedad no es el concepto (los conceptos
no "existen" en el aire) sino el "quién" que posee
el concepto. Usted y yo somos la "novedad" capaz de
"tener", de "saber" que "ella es mi madre".
El "quién" es extracósmico.
La teoría de la evolución podrá explicarnos, si lo
consigue, cómo aparecen las condiciones que permiten a los "quiénes"
manifestarse. Pero el "quién libre" no está contenido en las
condiciones iniciales del universo físico.
¿De dónde viene? Muchos, entre otros los cristianos,
llamamos al Origen Dios. Cada "quién" es libre de llamarle como
quiera.
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