Llamamos cuerpo al modo
como se organiza la materia de los seres vivos (naturalezas).
No la materia de las
"sustancias" meramente físicas, sino de las "naturalezas",
los vivientes del mundo físico. Es cuerpo orgánico propio de los
"vivientes".
El cuerpo de los animales
es intracósmico.
Comprendamos ahora que si
hacemos una transfusión de sangre de un animal a otro, la sangre que pertenecía
al cuerpo de un animal pasa a formar parte del cuerpo del segundo.
La causa material es "potencia
pura", que por ser constitutiva de las criaturas físicas impide que éstas
sean necesarias. Las criaturas físicas "pueden" cambiar. Dependiendo
de su organización, de su forma, los seres vivos, crecen, desaparecen, se reproducen…
El cuerpo humano, sin
embargo, no es un mero cuerpo animal.
Si lo estudiamos como
intracósmico, biológicamente o tal como aparece ante nosotros, y si sabemos
abandonar el límite mental según la 2ª dimensión poliana, lo entenderemos como
un objeto más del universo físico. Es su consideración objetiva.
Peso si lo estudiamos
subjetivamente (gracias a la 4ª dimensión del método del abandono) nos daremos
cuenta de que nos expresamos gracias a nuestro cuerpo, vivimos a partir de
nuestro cuerpo y sin el cuerpo no "hay" pensamiento objetivo.
Esta consideración nos
lleva a comprender que el cuerpo es necesario para que la persona que soy se
manifieste y que al mismo tiempo, mi yo modifica "mi" cuerpo
haciéndolo más apto para vivir más y mejor.
Por eso decimos que el
cuerpo humano no es un mero cuerpo animal. En tanto que pertenece a una persona, el cuerpo humano está
"reforzado" o "esencializado". Es físico solo hasta cierto
punto, pues su función ya no es meramente biológica, sino condición de una vida
superior, espiritual, humana.
De modo análogo a como los
hematíes de un animal pueden ser transfusionados a otro animal, o la sangre en
una probeta, que no pertenece a nadie, puede devenir "mi"
sangre", la materia y la vida biológica que forman parte de "mi"
cuerpo ya no son meramente vida física, sino condición de expresión de vida
espiritual. Es "mi" cuerpo al estar esencializado, reforzado o
perfeccionado por el ser personal que soy.
Nuestros padres procrean
nuestros cuerpos "humanos" estableciendo las condiciones para que la
vida biológica que transmiten pueda pertenecer a una persona creada
directamente por Dios, que se manifestará precisamente en ese cuerpo que, desde
la concepción es ya humano.
La naturaleza humana nunca
es meramente física. Aunque yo no reconozca mi cuerpo, es un cuerpo que, al ser
humano, es capaz de Dios, punto de apoyo de esa capacidad. También aunque no lo
reconozcan mis padres. Con su ayuda y la ayuda de los demás iré
"esencializándolo", apoyándome en él para hacer crecer mi vida,
colaborando en la construcción de la historia. Gracias a él podré constituir y
otorgar el don de mi vida.
Por eso decimos que el
cuerpo es la frontera inferior de la persona humana. Punto cero de nuestra
orientación en el espacio y en el tiempo histórico. Territorio ignoto que me
abre a los demás y a Dios.
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