Mucho más, pues el cuerpo de un animal, mediante la
actividad cerebral, despliega solamente los movimientos de su naturaleza
cósmica.
El cuerpo humano, también mediante la actividad
cerebral, es el cauce de expresión de la intencionalidad de la mente de cada
persona.
El animal despliega inconscientemente sus instintos a
través del cuerpo.
Los hombres expresamos, a veces conscientemente, a
veces inconscientemente, nuestro ser personal. El cuerpo es espejo del alma.
Glosa a Urbano Ferrer. Consideraciones sobre la relación mente-cerebro.
Studia Poliana 11, p.55.3
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario