La filosofía clásica considera que los hábitos
adquiridos perfeccionan la potencia intelectual. La inteligencia no "se
olvida" de que ha ejercido operaciones; dicho ejercicio queda retenido en
ella en forma de hábito, de tal modo que la inteligencia tiene la disposición
para repetir la operación.
Se crea así una "familiarización" con la
temática objetiva de las operaciones que permite volver a pensar de ese modo.
Los hábitos serían algo así como una memoria
intelectual, o una especie de depósito, pero sin ser actos cognoscitivos en
sentido pleno.
La discrepancia de Polo en este punto se centra en que
los hábitos intelectuales adquiridos son también temáticos. Son actos de
"conocer" (método que coincide con su tema, sin tocarlo).
El tema de los hábitos es para don Leonardo la
manifestación o iluminación de la operación. El tema de la operación
intelectual es el objeto. El tema del hábito es el conocimiento de la operación.
Conocemos que conocemos a distintos niveles. Es una cascada hacia arriba.
Glosa
a Antropología trascendental. I. La persona humana. p.153.2
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario