Las dimensiones de la apertura transcendente, o
aperturas iniciales, son cuatro, correspondiéndose con cada radical personal:
la gracia personal
inicial, humildad o abajamiento primero;
la esperanza,
amanecer o alianza primera;
la fe,
alumbramiento o luz primera;
la caridad
o arrullo.
El primer abajamiento equivale a la verdad del
co-existir personal.
El amanecer de la persona equivale al destinarse de
la libertad.
El alumbramiento equivale a la búsqueda intelectual
del destino personal.
El primer arrullo equivale a la búsqueda amorosa
del encuentro con Dios.
Aunque utilicemos el mismo nombre, no deben
confundirse la humildad, la esperanza, la fe y la caridad de las que aquí
hablamos, con las virtudes a nivel esencial o con las virtudes sobrenaturales
de las que habla la teología. Y tampoco se ha de confundir la gracia personal
inicial (el primer abajamiento) con la gracia santificante de la teología.
Para mejor entendernos hablaremos de virtudes
teologales (fe, esperanza, caridad, gracia santificante) y aperturas
"iniciales" (gracia o llamada inicial, fe, esperanza y caridad
iniciales).
Estudiamos la fe sobrenatural en la etiqueta
12.8.1
Las
virtudes infusas teologales las estudiaremos en la etiqueta 12.8.0 y también en
la etiqueta 5.16.2, en tanto que "nueva" creación.
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