La realidad se
encuentra en la referencia al principio.
Los animales no
"encuentran" la realidad pues el conocimiento sensible, por muchas
imágenes que refleje, solamente sirve para condicionar el comportamiento.
¿De dónde vienen
esos huesos?, podría preguntarse, si pudiera, el perro.
A lo más
respondería, de mi amo del que cuido y seguiré cuidando.
Nunca sabrá de la
causa eficiente o de la causa final. Y menos aún de lo que hace ser a los
huesos (dejando aparte que el animal tampoco sabe generalizar).
Para encontrar
realmente la realidad, la inteligencia debe oscilar hacia los principios.
Conocer la realidad
es irla radicalizando.
Esta radicalización
es infinita, pero no porque sea un proceso sin término, sino poque se llega a
la Fuente inagotable que es Dios.
Ideas sacadas del libro de Polo "Epistemología,
creación y divinidad". Capítulo 2, 5. Doble significado de la infinitud
intelectual
Para saber más ir a
las etiquetas:
1.1.5 realidad;
1.4.0 principios;
2.6.0 La prosecución;
6.2.1 inteligencia.
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