Autotranscenderse es una forma de dar.
No es un aniquilarse, ni tampoco simplemente
cambiar a mejor.
Cuando hablamos de autotranscendimiento,
queremos decir actividad más alta de dar: darse.
Lo trascendental en sentido estricto es el Dar supremo, Dios.
Pues bien, en congruencia con el autotranscendimiento
humano, (con nuestra posibilidad real de darnos) podemos entrever el carácter "donal" supremo
de la actividad divina, del ser de Dios.
Las relaciones personales intratrinitarias
son relaciones donales.
La Sagrada Esritura expresa en términos de
dar la relación entre el Padre y el Hijo (por ejemplo, Jn 5, 36); e igualmente
el Padre da el Espíritu (Lc 11, 13) a petición de Cristo (Jn 14, 14), y lo da
sin medida (Jn 3, 34).
Este "sin medida" significa "sin reservas".
Sólo Dios puede dar así.
Luego el autotranscendimiento humano nos
muestra, si lo llevamos al extremo cómo será el Dar supremo que es Dios.
Sacado del
artículo "Aclaraciones sobre y desde el dar", de Falgueras, en
Miscelánea poliana nº 9. p.61.2 . Citamos las páginas según la recopilación
titulada "Antropología y trascendencia" publicada por I. Falgueras y
Juan A. García.
Para saber más ver las etiquetas :
1.0.1 Dios
1.0.2 dar trascendental
1.5.2 relación (en construcción)
5.2.0 trascendentales
12.1.0 Trinidad(en construcción)
.
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